ꜱᴇᴅᴜᴄᴛɪᴏɴ

𝟶𝟻: 𝚅𝚎𝚕𝚘𝚌𝚒𝚍𝚊𝚍 𝚢 𝚙𝚕𝚊𝚌𝚎𝚛

Luffy lo besó con intensidad, sus respiraciones entrecortadas llenaban el pequeño espacio que compartían. Las manos inquietas de Luffy se colaron por debajo de la ropa de Law, deslizando sus dedos con audacia. Sin aviso, apretó los glúteos de Law, arrancándole un gemido suave antes de devorar de nuevo sus labios. El calor entre ambos era palpable mientras Luffy lo hacía restregarse contra su erección, el roce enviando descargas de placer a través del cuerpo de Law. Intentó moverse, pero Luffy lo detuvo con una sonrisa pícara, robándole un beso aún más ardiente y profundo.

—Hora de volver...—murmuró Luffy con su típica despreocupación, pero con una chispa traviesa en sus ojos.

Law soltó un suspiro, su mente todavía nublada por el deseo, mientras Luffy le dedicaba una sonrisa tan brillante como el sol. El beso en la punta de su nariz lo hizo fruncir el ceño, entre complacido y resignado, mientras trataba de recomponerse.

Después de unos minutos, ambos salieron del coche deportivo. Law lanzó una última mirada al elegante vehículo, todavía sintiendo el calor de la intimidad reciente. Luego, sus ojos se posaron en Luffy, quien caminaba delante de él, quitándose la chaqueta de piloto y enroscándola alrededor de su cintura. La camiseta negra sin mangas que llevaba debajo dejaba al descubierto sus brazos tonificados, con la tela ajustándose a su cuerpo de una manera que hacía imposible no admirarlo.

Volvieron a la mesa donde los esperaban sus amigos. Zoro los recibió con un silbido burlón al notar la llegada de ambos. Sanji, sentado cómodamente en su regazo, soltó un bufido de exasperación. Robin les sonrió con su habitual serenidad, mientras Bepo, les saludaba con entusiasmo.

—¿Estás bien? Vi a Alex salir y me preocupé de que te estuviera molestando otra vez

Luffy lanzó una mirada tranquila, pero Law evitó responder de inmediato. Sabía que Bepo siempre estaba alerta a cualquier situación.

—Se ha ido, no te preocupes tanto, Bepo—respondió Law, tratando de sonar calmado, aunque aún sentía los efectos de su momento con Luffy.

Bepo asintió, aliviado, mientras Zoro, con su clásico descaro, inclinaba la cabeza con curiosidad.

—¿Por qué no llegaste a tiempo? ¿Te metiste en otra pelea? O tal vez... ¿Tuviste un encuentro rápido con Koby—preguntó Zoro con una sonrisa maliciosa.

Law lanzó una mirada fría a Luffy, buscando una reacción, pero como siempre, su compañero solo se encogió de hombros, despreocupado ante cualquier comentario o provocación. El cirujano apretó los labios, consciente de que intentar obtener una respuesta emocional de Luffy era como intentar atrapar el viento.

Sanji, que siempre estaba atento a las tensiones en el grupo, decidió intervenir.

—Oi, marimo, no te metas en lo que no te importa. Mañana tenemos una carrera de exhibición—explicó Sanji con un tono irritado, mientras ajustaba su posición sobre las piernas de Zoro, como si el espadachín fuera su asiento personal.

La mención de la carrera parecía distraer la atención del grupo de la interacción tensa entre Law y Luffy. Law, aunque aún irritado, no pudo evitar sentir un leve alivio por la intervención de Sanji. Sin embargo, esa sensación desapareció en cuanto sintió la mano de Luffy rozar disimuladamente su muslo, sus dedos juguetones subiendo lentamente hasta apretarlo con cierta presión, enviando un escalofrío a través de su cuerpo.

—Koby y yo hace tiempo que no nos vemos—intervino Luffy, con su típico tono despreocupado—. Sanji y yo solo estábamos asegurando nuestros autos para la carrera de mañana

Mientras hablaba, la mano de Luffy subió un poco más, y sus dedos presionaron con más intensidad, provocando que Law contuviera el aliento. Intentaba mantener la compostura, pero la insistencia de Luffy estaba empezando a debilitar sus defensas.