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n/a : hubieron problemas técnicos con la edad de melisse y al final decidí q lo más conveniente era cambiar su edad, por lo tanto, nuestra querida melisse ahora tendrá veinticinco jiji. espero no los moleste, los amo
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Pasaron cerca de dos horas desde que la castaña se había dormido sobre la mesa, y sinceramente, era un milagro que hubiera logrado más de una hora de sueño ininterrumpido.

Mualani y Kachina conversaban risueñas a un lado de ella, pero sólo pasaron unos minutos más hasta que decidieron que lo más adecuado era despertarla.

— Hey, Melisse. — Exclamó la rubia con una voz suave, a la vez que movía su brazo con gentileza.

Pero no hubo respuesta de parte de Melisse.

— Melisse, oye. — Exclamó Mualani, con un poco más de impaciencia.

Y, nuevamente, la castaña ni se inmutó.

— Buenas tardes, señoritas.

Ni siquiera fue necesario que movieran el brazo de Melisse una vez más, pues aquella voz la había despertado casi al instante.

No era cualquier voz, se trataba de la voz de la mismísima arconte.

— ¿Q-qué...?

La de ojos verdes despegó su cabeza de la mesa inmediatamente y empujó disimuladamente —en realidad, notoriamente— la botella de tequila que habría pedido horas antes, tratando de fingir que no era ella quien había vaciado dicha botella.

Trató de formular una mísera palabra, pero la pelirroja fue más rápida y terminó siendo ella quien habló antes.

— ¿Tú eres Melisse, verdad?

— ... Ajá.

Sus ojos verdes se desviaron a un costado, genuinamente avergonzada de su comportamiento de alcohólica frente a la arconte e incluso una menor que ni siquiera conocía bien.

Sin embargo, la pelirroja no tardó en casi asfixiarla con un fuerte abrazo.

— ¡Qué emoción! ¡Apenas Neuvillette me contó sobre tí, te juro que me moría por conocerte! — Exclamó con emoción, aunque su rostro estaba bastante cerca del cuello de la contraria, dejándola algo aturdida.

— Y-yo también estoy contenta de verla, Señorita Mavuika.

La castaña estaba muerta de los nervios, pero la arconte parecía estar bastante emocionada. Por otro lado, Kachina y Mualani sólo estaban expectantes, aguantándose la risa tras el notable susto de Melisse.

A pesar de que su presentación había sido poco delicada, parecía haber salido bastante bien, incluso si sus diálogos habían sido improvisados.

La pelirroja por fin soltó a la castaña, sacándole un disimulado suspiro. Luego, se sentó a convivir con las tres féminas, a las cuales conocía bien, excepto a Melisse, que sólo conocía mediante la forma en que Neuvillette la había descripto.

𝑺𝒖𝒎𝒎𝒆𝒓𝒃𝒐𝒚! ;   Kinich.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora