08

228 28 10
                                    

[ ⋆˚ 𝜗𝜚˚⋆ ]

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

[ ⋆˚ 𝜗𝜚˚⋆ ]

Posterior a aquella noche tan nostálgica, la ojiverde se había quedado dormida sobre su cama, aferrándose a la caja que se le había sido obsequiada, la cual descansaba sobre su pecho.

Había sucedido un lapso de unas cuantas horas, pero a pesar de su mínima voluntad, juntó la suficiente fuerza para levantarse y preparse su café, que en realidad no le llevaba más de cinco minutos.

Con su cabello aún desarreglado en una floja trenza que rozaba su cintura, agitaba el café para conseguir una crema a base de azúcar, agua y el ingrediente ya nombrado anteriormente.

Había olvidado su teléfono en su cama, entonces dejó un poco de lado su café y fue a buscarlo. Luego de agarrarlo, se miró un poco en su espejo.

Se veía... rara.

¿Había estado comiendo de más?

Su imagen distorsionada en el espejo no hizo más que asquearla, provocando que sus pupilas reduzcan su tamaño un poco. No le gustaba como se veía.

Suspiró antes de regresar a la cocina y, debido al reciente suceso, optó por no comer nada sólido, sólo su café.

No me quiero descuidar, no quiero que me vean fea. — Pensó, a la vez que le daba un profundo sorbo a su café.

Una llamada la interrumpió, esta vez siendo la arconte quien la había iniciado.

— ¿Aló?

— Holis, Mavuika. Buenos días.

La pelirroja, desde la otra línea, esbozó una sonrisa.

— Buenos días para ti también, Mel. —respondió— Dime, ¿Estás ocupada?

— Mm, no.

— ¿No tienes nada que hacer?

La castaña entrecerró los ojos mientras sostenía el teléfono contra su oreja, tratando de recordar si realmente no tenía nada que hacer.

— ... ¿No? Creo que nada.

— Entonces salgamos, podemos ir a tomar algo en algún parque mientras me ayudas con unos papeles.

Melisse sonrió ante su propuesta.

— Encantada. Estaré allí.

Se despidieron y cortaron su llamada. La castaña no pudo evitar dar pequeñas saltitos, pues desde hace unos días que no salía con nadie.

Terminó su café en un sólo trago sin siquiera hacer muecas, porque honestamente tenía una gran experiencia terminando ciertas bebidas de ésa manera. Luego, fue casi corriendo a cambiarse en su habitación.

Se vistió con una blusa negra sin mangas y con un cuello alto, acompañada de una minifalda de jean bastante ajustada en color verde militar y sus 'botitas negras'  que tenían un tacón un poco alto, aunque eran poco visibles ya que llevaba polainas —también negras— por arriba. Estilizó su conjunto con accesorios nuevamente dorados y se maquilló con tonos un poco más cálidos, como un rubor sutílmente rojo, máscara de pestañas negra, sombra marrón claro y labial tinto, aunque difuminado.

𝑺𝒖𝒎𝒎𝒆𝒓𝒃𝒐𝒚! ;   Kinich.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora