No era tonto pensar en la negatividad de los Dioses en cuanto vieron al supuesto príncipe de cabello alborotado simulando a una palmera y luciendo una edad tierna. Tenían entendido que en efecto, su trabajo no estaba siendo del todo perfecto en sus respectivos Universos, aun así ¿Era realmente necesario traer a otro ser superior?
Quitela sabia lo peligroso que era su pensar, si tan solo el gran Zeno Sama o el gran sacerdote pudieran leer su mente estaría muerto. En su cabeza retorcida estaba firme en creer, si ellos como Dioses eran incompetentes eso suponía ¿Que el gran Zeno sama y su ángel también lo eran? Si las cuentas estaban en lo correcto, ellos dos eran quienes debían cuidar a cada ser del Universo incluyendo a los propios Dioses. Era de conocimiento la riña sin autorización entre Bills y Champa, acaso podría ser, que tuvieron la necesidad de pedir ayudar ¿Porque el control se escapo de sus poderosas manos?
Para el Dios morado de estatura baja no era una locura pensar en que quizás, solo quizás, Zeno sama perdió el rumbo así como los otros Dioses, claro, él no se pondría a la par de los otros, ¡por toda la frutilla del mundo! si el Universo cuatro era el único decente entre esa bola de indigentes. Le erizaba las orejas en solo contemplarse al nivel del moribundo, vagabundo y mal oliente Universo nueve ¡bla!
Goten por su parte estaba teniendo un ataque de nervios en tan solo pisar el Universo del Dios Sidra, después de su reunión de anoche acordaron con los otros Dioses en ir a visitar sus Universos para ver las problemáticas y en como ayudar a sus ciudadanos.
Él pelinegro en cada parpadeo aun puede ver la escena de ese planeta y como estaba, pero la capital era aun peor. No olía a rosas precisamente, al llegar fue recibido por el ángel Mojito y su Dios, el tipo era un negligente de primer nivel: no admitía la decadencia de su gobierno, Goten no pudo soportarlo por mucho tiempo por lo cual salio del palacio para tomar aire...por que era todo menos fresco.
-Príncipe- la voz del gran sacerdote a sus espaldas le hizo dar un suspiro pesado- debe volver.
-Estoy cansado- responde desanimado el menor girándose a mirar al mayor- Daishinkan, ese tipo no entiende razones. Dice que todo esta perfecto ¡y mira!- alza en desesperación sus brazos- a penas se puede respirar aquí afuera.
-Joven príncipe- el peliplatinado camina hasta robarle su espacio personal- ¿Creyó ser esto fácil?
-Si, cualquiera quien pisara este lugar sabría lo mal que esta.
-El Dios Sidra es terco.
-Idiota seria la palabra adecuada- Goten protesta- me niego seguir oyendo a ese tipo.
-¿Como piensa ayudar a la gente entonces?- Daishinkan alza una ceja-
-Les preguntare directamente a ellos, son quienes están afuera y no un idiota panzon.
Ante tal respuesta, el gran sacerdote solo sonríe- Como hoy solo soy su guía, lo permitiré- al tronar sus dedos aparece el ángel Mojito- Saldremos a dar un paseo, informarle al Dios Sidra afín del día tendrá noticias del palacio.
Como aun Goten en sociedad de ningún modo había sido presentado podía caminar y volar libremente por las calles sin temer por su vida...o eso creía, ese pensamiento murió cuando vio aun par de seres parecidos a los leones antropomorfos siguiéndolos y escuchando sus conversaciones con otros habitantes.
Esto seres se retiraron cuando vieron a tres lobos ir con ellos.
-Gran Daishinkan y Gran príncipe- habla el del pelaje azulado- soy Bergamo- hace una reverencia- por pedido del Dios Sidra mis hermanos y yo estaremos en su cuidado.
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El príncipe Goten.
Fiksi PenggemarGoku como siempre tenia que abrir su gran bocota, prometiendole al ser todo poderoso existente traerle un amigo para jugar. Ante la presión del señor Bills, tiene la brillante idea de "prestar" a su hijo Goten mientras conseguía a otro. ¿Que podría...