#10.1 (yeonwon)

218 23 2
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los años pasaron, y TN finalmente había encontrado la paz que tanto anhelaba junto a Spencer, quien ahora era un adolescente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Los años pasaron, y TN finalmente había encontrado la paz que tanto anhelaba junto a Spencer, quien ahora era un adolescente. Después de huir de Corea, TN decidió mudarse a Filipinas, un lugar lejano donde esperaba comenzar una nueva vida. Allí conoció a otro Omega, alguien que le ofrecía el amor y la estabilidad que nunca tuvo con Yeonwon. Esta vez, todo parecía diferente, lejos del miedo y la persecución que había experimentado.

TN y su nueva pareja construyeron una vida juntos, y Spencer, que había crecido con una clara comprensión de la tormentosa relación entre sus padres, se adaptó bien a la nueva realidad. Sin embargo, a pesar de los kilómetros que los separaban, la sombra de Yeonwon seguía siendo una amenaza latente.

Yeonwon, impulsado por el dolor de la marca de enlace que compartía con TN, había pasado años buscando desesperadamente a su alfa y a su hijo. Cada vez que TN entraba en celo, la marca quemaba la piel de Yeonwon, recordándole su pérdida, su obligación como Omega. Su mente, trastornada por la obsesión, interpretaba esas señales como una demanda de su alfa, un llamado que no podía ignorar.

Sin embargo, el tiempo y la distancia jugaron en su contra. A pesar de los años de seguimiento incansable y de rastrear cualquier posible pista, Yeonwon nunca logró encontrar a TN y Spencer. Cada vez que sentía el ardor de la marca, su furia y desesperación aumentaban, pero su búsqueda siempre terminaba en un callejón sin salida.

Un día, mientras esperaba que la marca de enlace volviera a arder, algo cambió. TN había entrado en celo, pero esta vez la marca permaneció inactiva. El dolor que solía torturarlo no llegó. Al principio, Yeonwon no lo entendía, pero luego la cruel verdad lo golpeó: TN había mordido a otro Omega. La marca ya no tenía poder sobre él.

En un instante, todo lo que Yeonwon había creído, todo por lo que había luchado, se desmoronó. Su alfa, el hombre que había secuestrado y con el que había forjado un vínculo enfermizo, había encontrado a otro Omega. TN lo había reemplazado, y ese simple hecho quebró la mente de Yeonwon de una forma definitiva.

La pérdida no era solo de su alfa, sino también de la esperanza de recuperar a Spencer. Con TN enlazado a otro, la conexión que Yeonwon había utilizado como brújula para localizarlos desapareció por completo. Estaba solo, en un mundo donde todo lo que una vez amó se había desvanecido.

En Filipinas, TN sintió algo diferente. El peso de su pasado con Yeonwon había sido finalmente liberado. El vínculo que lo había mantenido atado a su tormento se había roto cuando encontró a su nueva pareja. Con la marca de enlace de Yeonwon desvanecida, TN supo que, por fin, estaba libre.

Spencer, por su parte, había crecido en un ambiente de amor y seguridad. Aunque sabía de dónde venía, y del oscuro pasado de su nacimiento, también sabía que TN había hecho lo correcto al salvarlos a ambos. Ahora, junto a su nueva familia, Spencer podía imaginar un futuro sin el temor constante de que Yeonwon apareciera para llevárselos.

Por fin, TN y Spencer tenían la paz que tanto merecían, mientras que Yeonwon, roto por su obsesión y su pérdida, quedó en las sombras, incapaz de encontrar nunca más a aquellos que alguna vez consideró suyos.










La ruptura de la marca de enlace entre TN y Yeonwon desencadenó un colapso profundo en el cuerpo y mente de Yeonwon, un proceso que fue tan lento como cruel. La marca de enlace no era solo un vínculo emocional entre un alfa y su omega, sino también una conexión física y hormonal que influía en el bienestar del omega. Con la ruptura definitiva de ese lazo, el cuerpo de Yeonwon comenzó a deteriorarse.

Primero fueron pequeños cambios, casi imperceptibles. Su piel, una vez radiante y saludable, comenzó a perder su brillo, volviéndose más pálida y frágil. El cansancio se apoderaba de él cada día más rápido, y sus niveles de energía disminuían de manera alarmante. Al principio, Yeonwon no quería creer que algo tan terrible le estuviera sucediendo. Se convencía a sí mismo de que era un malestar pasajero, que pronto volvería a estar bien. Sin embargo, la realidad era mucho más oscura.

Sin el vínculo que lo conectaba a TN, el cuerpo de Yeonwon quedó desequilibrado. Las hormonas que una vez regulaban su celo y su bienestar físico ahora estaban descontroladas. Su instinto omega, desesperado por la falta de un alfa, comenzó a rebelarse contra su propio cuerpo. Yeonwon sentía impulsos sexuales incontrolables, una necesidad constante y abrumadora que no podía satisfacer. Su mente, atrapada entre la desesperación y la obsesión, lo empujaba a buscar una salida, pero no había ningún alfa que pudiera llenar el vacío que TN había dejado.

Lo más desconcertante para Yeonwon fue el regreso inesperado de la producción de leche. Aunque ya no amamantaba a Spencer desde hacía años, su cuerpo, guiado por la desesperación de sus instintos, comenzó a producir leche nuevamente, como si buscara alimentar a un cachorro que ya no estaba con él. Yeonwon se despertaba en la noche con su pecho húmedo, su ropa pegada a su piel por la leche que su cuerpo producía inútilmente. En su confusión, buscaba a Spencer en su delirio, llamándolo, esperando que viniera a él, pero sabía que su hijo estaba lejos, con TN, irrecuperable.

Los problemas hormonales empeoraron con el tiempo. Yeonwon comenzó a experimentar cambios bruscos en su cuerpo, desde sudores fríos hasta dolores insoportables en su abdomen, como si su cuerpo estuviera reaccionando a la ausencia de su alfa de la forma más destructiva posible. Los médicos, incapaces de entender lo que ocurría, le ofrecían tratamientos, pero ninguno podía revertir el daño causado por la ruptura de la marca de enlace. Sin el vínculo, el cuerpo de un omega quedaba incompleto, vacío, y lentamente, ese vacío lo estaba matando.

Los días pasaron, y la salud de Yeonwon seguía empeorando. Sus deseos sexuales, que antes eran una respuesta natural a su alfa, se convirtieron en una tortura constante. Sentía la necesidad de ser tocado, de ser poseído, pero nadie podía calmar su hambre, porque su cuerpo sabía que TN era el único que podía satisfacer esos impulsos. Su estado mental se deterioró junto con su físico. Yeonwon comenzó a tener alucinaciones, en las que veía a TN y a Spencer en su casa, escuchaba sus voces, sentía que estaban cerca. En esas alucinaciones, abrazaba a su hijo, lo acunaba, llorando por su pérdida, mientras su mente se sumía cada vez más en la locura.

La enfermedad avanzaba sin tregua, dejando a Yeonwon cada vez más débil. Sus órganos comenzaron a fallar lentamente, uno a uno. Sin la estabilidad hormonal que le proporcionaba el vínculo con TN, su cuerpo colapsó. La fiebre lo consumía, y su mente, siempre atormentada por la obsesión y el deseo, se hundía en la desesperación. A pesar de todos los esfuerzos, Yeonwon sabía que estaba muriendo, pero lo más doloroso no era su inminente muerte, sino la soledad absoluta que la acompañaba. No había alfa para reclamarlo, no había cachorro que necesitara su leche, y no había familia para consolarlo.

Su vida, que había estado marcada por su obsesión por TN y Spencer, ahora estaba desmoronándose ante él. La conexión que una vez lo definió como Omega se había roto, y su cuerpo lo pagaba con su vida. Finalmente, Yeonwon, consumido por el dolor, se dejó caer en la cama, con los ojos vidriosos, sabiendo que el final estaba cerca. La desesperación de su cuerpo, que intentaba producir leche para un hijo que ya no estaba, y la necesidad de un alfa que nunca regresaría, lo llevaron a un destino inevitable.

Murió solo, en la misma desesperación en la que había vivido.



Aquí está tu pedido.

Espero que te guste.

Pueden dejar sus pedidos.

Gracias por leer.

Bye bye 💋👄

Siendo padres -BL (Omegaverse) #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora