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En una vibrante y caótica ciudad llena de secretos y peligros, TN, un enigmático mafioso conocido por su habilidad en los negocios oscuros y su temida influencia en el submundo, se encontró en una situación inesperada pero maravillosa: estaba esperando hijos con dos de sus parejas, Taeju, un alfa fuerte y carismático, y Euihyun, un omega sensible y lleno de ternura. Ambos estaban inmersos en el mundo del crimen junto a TN, pero su relación con él iba más allá de los negocios.
TN había asumido la responsabilidad de cuidar a sus parejas durante sus embarazos, manejando los problemas hormonales, los antojos inesperados y los altibajos sentimentales con una paciencia y dedicación admirables. El día a día en su hogar se había convertido en un torbellino de emociones y ajustes, pero TN estaba decidido a estar a la altura de las circunstancias.
Una tarde lluviosa TN estaba en la cocina preparando una cena especial para Taeju y Euihyun. El olor a comida se mezclaba con el aroma de la lluvia que entraba a través de las ventanas abiertas. Taeju estaba en el sofá, sentado con una expresión de incomodidad en el rostro, mientras Euihyun caminaba de un lado a otro, claramente agitado.
Euiyhun. TN, ¿te olvidaste de las cerezas? —preguntó Euihyun, su tono de voz lleno de ansiedad.
TN, con un delantal cubriendo su traje, se volvió hacia Euihyun con una sonrisa comprensiva.
Tn. No, las cerezas están en la nevera. Solo tienes que esperar un poco más. Estoy casi listo con la cena —respondió TN, tratando de calmar a Euihyun mientras revolvía la salsa.
Taeju se levantó del sofá, caminando con dificultad hacia Euihyun y le puso una mano en el hombro.
Taeju. Euihyun, si TN dice que las cerezas están en la nevera, entonces están allí. Solo trata de relajarte un poco —dijo Taeju con voz tranquilizadora, aunque él mismo parecía agotado.
Euihyun lo miró, su ansiedad disminuyendo lentamente bajo la influencia calmante de Taeju. Sin embargo, su preocupación no desapareció por completo.
Euiyhun. Lo siento, es solo que… siento que todo está desmoronándose y necesito que todo esté perfecto —murmuró Euihyun, su voz temblando ligeramente.
TN dejó la cocina y se acercó a Euihyun, abrazándolo con ternura.
Tn. Todo estará bien. Lo importante es que estemos juntos y nos apoyemos mutuamente. Estamos a punto de tener a nuestros hijos, y eso es lo que más importa —dijo TN, frotándole la espalda en un intento de tranquilizarlo.
En ese momento, Euihyun se relajó, y Taeju miró a TN con gratitud. Aunque era un mafioso temido, TN había mostrado un lado de él que solo sus parejas conocían: el de un hombre dispuesto a hacer lo que fuera necesario por la gente que amaba.
Unos meses después el día del nacimiento llegó, y TN, Taeju y Euihyun se encontraron en el hospital, nerviosos pero emocionados. Euihyun estaba en el proceso de dar a luz, mientras Taeju estaba a su lado, sosteniéndole la mano y brindándole todo su apoyo. TN se mantenía a un lado, preparado para intervenir si era necesario, pero confiaba en el personal médico y en la fortaleza de sus parejas.
Finalmente, el llanto de los bebés llenó la sala. Euihyun y Taeju se miraron con lágrimas en los ojos mientras los médicos entregaban a los dos pequeños. TN los tomó en brazos con una mezcla de asombro y amor. Ambos bebés eran idénticos, con el mismo cabello oscuro y ojos brillantes que reflejaban la esencia de sus padres.
Tn. Son perfectos —dijo TN, mirando a los bebés con una emoción que no podía ocultar.
Mientras tanto, Euiyoung, el hermano de Euihyun, se encontraba en el hospital, esperando ansiosamente su turno para conocer a sus sobrinos. Cuando entró en la sala y vio a los bebés en brazos de TN, no pudo evitar sonreír con alegría.
Euiyoung. ¡Son preciosos! —exclamó Euiyoung, acercándose a TN con una sonrisa radiante—. Estaba deseando conocerlos. ¡Y se parecen tanto a Taeju y Euihyun!
Taeju, sentado al lado de Euihyun en la cama del hospital, miró a Euiyoung con un brillo de agradecimiento en los ojos.
Taeju. Gracias por estar aquí, Euiyoung. Significa mucho para nosotros —dijo Taeju, su voz llena de sinceridad.
Euiyoung se inclinó y abrazó a su hermano y a TN con afecto.
Euiyoung. No hay de qué. Estoy tan feliz por ustedes. Ser tío de estos pequeños será un honor —respondió Euiyoung, acariciando la cabeza de uno de los bebés.
A medida que pasaban los días, TN, Taeju, Euihyun y Euiyoung se adaptaron a la nueva dinámica familiar. TN continuó manejando las complejidades de la vida con un estilo tranquilo y efectivo. Aunque era un mafioso temido en el mundo exterior, en su hogar era un pilar de apoyo, un padre amoroso y un compañero devoto.
A lo largo del tiempo, los bebés, a quienes llamaron Jiho y Minho, crecieron bajo la atenta mirada de sus padres y tío. Eran un reflejo de la unión de sus padres: la fortaleza de Taeju, la sensibilidad de Euihyun, y la dedicación inquebrantable de TN. Juntos, formaron una familia que, a pesar de las dificultades, encontró su propio camino hacia la felicidad.
Y en medio de todo esto, la vida continuó, llena de risas, amor y el incansable compromiso de una familia que, a pesar de las adversidades, había logrado construir un hogar lleno de amor y esperanza.
