Reality Show; the kardashian jenner

poetry

fuera del reality show

Olivia Gutiérrez point of view!

        DESPERTÉ teniendo a una mano suave acariciando mi vientre todavía plano por debajo de mi pulóver ancho de color amarillo, que más bien era de Kendall y se lo robé antes de acostarme en la noche por lo cómodo que es y el agradable olor a ella que desprendía. Sus dedos trazaban figuras al azar de forma lenta provocando que quisiera quedarme aquí la mañana entera sin levantarme para nada que no fuera comer o ir al baño. Su cabeza se escondía en el hueco entre mi cuello y hombro, su respiración chocando contra mi piel constantemente pero al contrario de molestarme, me traía paz. Habíamos dormido en forma de cucharita a decisión de mi amiga quien aseguró más de tres veces que de esa manera no le pasaría nada malo al bebé, ella  terminó siendo la cuchara grande y yo pasé la noche entera cómodamente disfrutando entre el calor y la seguridad de sus brazos a m alrededor. Nos pasamos la gran parte de la noche y mitad de la madrugada hablando sobre el embarazo, últimamente Kendall había leído una gran variedad de libros sobre el tema queriendo estar lo mas informada posible sin entender que la mejor biblioteca eran sus hermanas y madre, quienes han sido de ayuda explicándome cada proceso, excepto Kourtney con la cual todavía no tengo contacto y realmente estoy mejor así, alejada de todo ambiente y persona negativa que no le aporta nada bueno a mi vida actualmente.

— Por tu respiración sé que estás despierta, Liv — su voz ronca caló en lo más profundo de mi ser, tuve un pequeño escalofrío que no pasó desapercibido por ella, sus brazos me abrazaron con más intensidad — hoy podemos quedarnos en la cama todo el día si quieres, no tenemos nada que hacer — informó y solté un sonidito de felicidad.

— Eso es estupendo, no tengo ningún deseo que levantarme de la cama— me pegué mas a su pecho, sus piernas entrelazándose con las mías  — estoy muy cómoda contigo aquí abrazada.

— No olvides a nuestra pequeña — mencionó continuando con sus caricias. En los últimos días Kendall no deja de referirse al bebé como 'ella' y realmente es mi culpa por decirle que sentía que podría ser una niña. La mujer detrás de mi se lo tomó muy personal y la habitación que sería para el bebé está repleta de ropa para niña y no para de hablar de todo lo que hará con su 'pequeña princesa' una vez que nazca.

— ¿Sigues con eso? — bufé fingiendo molestia. Adoraba lo involucrada que estaba Kendall con todo este asunto, incluso con el proceso de adopción que comencé unos días atrás con la guía profesional de un amigo de Kim que era abogado con una especialidad en este tipo de caso. Pero dentro de mi temía que Kendall terminara decepcionada si al momento de revelar su sexo  no llega a ser una niña.

— Yo si creo que es una niña, tú lo dijiste y según Google y los libros es instinto maternal y pasa mucho en las embrazadas — dijo, juro que me imaginé a Kendall con uno lentes explicando todo eso como la noche anterior que se la pasó contándome por qué  tenemos contracciones sin importarle que eran las dos de la mañana y yo moría del sueño pero escuchaba cada una de sus palabras atentamente. 

— Si llega a ser una niña, según Kim me pondré fea porque ella se robará gran parte de mi belleza para si misma — repetí las palabras que la mayor le dijo a Kylie cuando estuvo embarazada de Aire. Mi amiga resopló.

— No le hagas caso a mi hermana, está loca, todas ellas, tú seguirás hermosa, siempre preciosa — reí por el comentario hacia sus hermanas — la embarazada más linda de todas.

— Si tus hermanas te oyen se pondrán celosas, nunca les dijiste algo así — dije sonriendo, Khloé probablemente le reclamaría con gritos desesperados.

— No me importa, que me oigan, para mi siempre serás la más hermosa de todas la mujeres en este mundo. La única para mi — dejó un sonoro beso en mi mejilla y se separó de mi, giré sobre la cama mirando como se levantaba de la cama.

Estiré mis brazos en su dirección queriendo que volviera a mi lado — Necesitas desayunar, Liv, vuelvo enseguida — se acercó a mi y me cubrió bien con la cobija — ¿algo en especifico que desees comer esta vez?

Pensé unos segundos antes de dejar salir mi respuesta — huevos revueltos con pan y mayonesa —asintió a mis palabras y me dejó sola en la habitación yendo hacia la cocina.

Estando sola y sin nada mas interesante que hacer estiré mi mano hacia la mesita de noche a un lado de la cama en busca de mi teléfono, pero lo único que logré alcanzar fue el ultimo libro que la castaña leía día y noche desde que lo consiguió en una librería cerca de la casa. Desde fuera se veían los post it de colores que Kendall tenía la manía de usar para no tener que escribir sobre las mismas paginas de los libros. La portada era azul celeste con letras en blanco, bastante sencilla y no muy llamativa, lo que me llegó a sorprender es que no se trataba sobre embarazo como me hizo creer la modelo, su titulo ¨10 poesías de amor y otras 20 que nunca te diré"

Hojeé las primeras paginas, eran las que menos señalamientos tenían, para no decir que no tenían, solo una que otra frase destacada sobre los post it. Y así fueron las 5 primeras paginas, llenas de palabras de amor que te hacían desear ser la persona a quien se lo dediquen en alguna carta o te lo digan bajo las estrellas. 

Ya en la pagina 6ta, cada frase yacía con al menos una marca. Mi nombre escrito junto a la frase : "No sabe como la miro porque anda mirando otros palacios. No entiende mis palabras porque aprendió otra lengua. Oh, pero si su atención volviera a mi, solo por un segundo, sabría que la amo".

— Ella creyó que bromeaba — la voz de Kendall comenzó a recitar las mismas palabras escritas en el libro en mis manos. Su cuerpo apoyado contra el marco de madera de la puerta del cuarto, aguantaba en sus manos la bandeja con mi desayuno — cuando de mil maneras le dije que la amaba. La primera siempre con los ojos, la segunda ebria de dolor y la ultima cuando se convirtió en una paloma y voló muy lejos de mi corazón — al terminar ya estaba a mi lado, sentada frente a mi, la bandeja sobre sus piernas.

— Es un libro muy lindo — lo cerré devolviéndoselo, ignorando por completo que mi nombre estaba ahí plasmado. Ella asintió alcanzándome mi desayuno.

— Es un pequeño tesoro que guardo. Esa poesía es mi favorita.

— Kendall — la llamé al notar que su atención quedó sobre la caratula azul, sus ojos volviendo a mi de inmediato — la poesía dos también es muy bonita — dije probando los huevos revueltos sobre mi plato junto a mis tostadas con mayonesa. Gemí al sentir el sabor de la comida en mi boca, cerré mis ojos queriéndolo disfrutar mejor.

Los volví a abrir, Kendall leyendo la poesía nombrada por mi en voz alta — "Mi universo reside en tus ojos, hogar de gemas preciosas. Y en las noches, mientras curioseó con las estrellas, no dejo de pensar en ti, amor de amores. Amores que solo viven en mi" .

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