Si, estaba en temporadas de vacaciones, no había clases y las escuelas estaban vacías, eso explica la cantidad de jóvenes haciendo fiestas como frenéticos. Mi teléfono sonaba constantemente por mensajes de Viviana invitandome a sus fiestas, lo más estúpido es que ella y yo en esas fiestas ni nos topamos. Ni siquiera está allí para cuidarme. No es buena amiga.
Mi teléfono volvió a sonar pero está vez dando aviso a las incómodas clases con el sacerdote. Mi mamá me había dejado tan claro que tenía que asistir y que no la dejara mal frente al cura. Aveces creo que mi mamá también le trae ganas a Caín.
Me vesti lo más sencillo que pude, un vestido rosa claro, la mayoría de mi closet está lleno de vestidos rosados, amo ese color. No era tan corto así que era aceptable, me coloqué unas zapatillas y tomé mi mochila y la llené de lápices y libretas, no podía faltar la biblia así que tome una de la biblioteca. Esos eran los requisitos. Me despedí de mi mamá con un abrazote, la amaba a pesar de olbligarme a estas cosas, también le dí una golpecito a mi hermano en la cabeza para salir corriendo de allí muerta de risa.
La brisa fría de la tarde era lo que más me encantaba, todo estaba tan fresco, parecía que fuera a llover en cualquier momento, se hacían unas horribles nubes negras pero después estás se despejaban por el radiante sol. Caminaba sin apresuró, me tomé las molestias de acarciar gatitos en la calle y me reía internamente, si cebolla viera está escena le da un ataque de rabia. Pronto me aproxime a la gran iglesia del pueblo, su arquitectura era tan antigua y a su misma vez deslumbrante. Me adentre a un largo pasillo que tenía distintas habitaciones parecidas a la que visite cuando me confesé, pero luego un salón con una elegante alfombra apareció en mi campo de visión y supuse que allí eran las clases.
No me equivoqué, allí estaba el padre Caín y otro grupito de jóvenes, aparentemente ya había comenzado. Conecte miradas con el padre, su mirada parecía perforar cada parte de tu cuerpo, era tan intensa, un rubor apareció en mis mejillas al recordar aquel beso salvaje y como me deje llevar por la embriaguez.
Todos me miraron el silencio y yo sonreí levemente.
- Señorita Antonella, adelante. - tímidamente caminé hacia donde estaban los jóvenes sentados. - muchachos, ella es Antonella, conozcanla es su nueva compañera.
Comenzaron a darme la bienvenida, algunas chicas me miraron de reojo con cierta arrogancia más sin embargo las ignore, estaba acostumbrada a rodearme de tipas así.
- Es un placer.. - dije con timidez.
Diría que no soy así, Pero enrealidad si, siempre he sido así.
¿Así.. como?.
Tímida.
- Bien, cómo les venía platicando, Caín mató a Abel, su hermano, en génesis 6 2:24 pueden apreciar la historia completa. Aunque hay una pregunta clave en todo esto, ¿Porque dios prefirió la ofrenda de Abel?. - formó una sonrisa.
Benditas sonrisas que me incomodan.
- ¿Porque usted se llama Caín?. - si, me tomé el atrevimiento de hablar y preguntar, soy muy curiosa y eso me causaba mucha curiosidad. El por otro lado se quedó mirándome fijamente.
- Que curiosa es hija, Pero ni yo sé la respuesta a ese nombre que me fue otorgado. - me sonrió sin más.
Vaya respuesta patética en ese caso. El ocultaba algo y necesitaba saberlo.
- Bien, entonces.. retomemos la pregunta inicial, ¿Que creen...?
- Usted sabe la razón por la cual le colocaron ese nombre, ¿Porque lo oculta?. - las miradas de todos se posaban en mi, parecían decirme que me callara de una buena vez, pero no les daría el gusto.
ESTÁS LEYENDO
Mas allá de la Redencion [...]
De TodoEn las sombras de la iglesia, una presencia oscura se agita una vez más. Sus ojos, fríos y calculadores, se fijan en un nuevo objetivo: la inocente Antonella, cuyo espíritu puro es una burla cruel de la corrupción que anhela. A medida que las frecue...