Donde Juanjo es padre soltero de un pequeño que se enferma de un dia para otro o donde Martin es pediatra y queda flechado del padre de su paciente
¤¤¤Era un miercoles de otoño cuando el maño llegó al hospital con su hijo en brazos. El pequeño, de un año, se acurrucaba contra el pecho de su padre, respirando de manera irregular y tosiendo de vez en cuando. La fiebre había vuelto la noche anterior, y aunque Juanjo había tratado de mantener la calma, ahora, sentado en la sala de espera del hospital pediátrico, el miedo comenzaba a apoderarse de él.
-Ya va a pasar, cariño -susurraba, acariciando el cabello rubio de Arán. Los grandes ojos marrones del niño, vidriosos por la fiebre, miraban a su papá con una mezcla de cansancio y confusión. Aunque no podía hablar aún, el rubito se aferraba a Juanjo como si entendiera que su padre era la única persona que podía hacerlo sentir seguro.
Arán emitió una leve queja antes de acurrucarse más profundamente en el pecho del castaño, buscando consuelo. Su manita se aferraba con fuerza a la camiseta de su padre, y Juanjo sintió cómo se le rompía el corazón un poco más. Ver a su hijo así, tan indefenso, era lo más difícil de todo.
-Todo va a estar bien, pequeño -repitió, aunque no estaba seguro de si lo decía para tranquilizar a su hijo o a sí mismo.
La recepcionista llamó finalmente su nombre.
-Arán Bona, puede pasar a la consulta del doctor Urrutia -dijo con una sonrisa amable.
Juanjo se levantó, cargando a su pequeño con cuidado, y caminó hacia la consulta número 4. En ese momento, lo único que le importaba era obtener respuestas y, sobre todo, saber que su hijo estaría bien. Al llegar a la puerta, tomó una bocanada de aire y entró.
El doctor Urrutia era un hombre joven, con el cabello oscuro y revuelto. Sus ojos oscuros reflejaban profesionalidad la cual Juanjo apreció. Necesitaba a alguien que tomara el control de la situación, alguien que supiera exactamente qué hacer para curar a su pequeño.
-Buenos días, soy el doctor Urrutia -dijo el pediatra con una inclinación de cabeza mientras tomaba el historial médico de Arán-. Vamos a revisarlo con calma y a buscar que esta causando la fiebre.
Juanjo asintió mientras se acomodaba en la silla frente al escritorio del doctor. Arán se removió en sus brazos, quejándose suavemente. El mayor lo calmó, acariciándole la mejilla con suavidad, susurrando palabras tranquilizadoras mientras el doctor se preparaba para hacerle las pruebas.
El examen fue minucioso, aunque relativamente rápido. Urrutia revisó la garganta del niño, auscultó su pecho y le tomó la temperatura. Durante todo el proceso, Arán lloriqueaba, pero se mantenía lo suficientemente tranquilo con la presencia de su padre.
-Tiene una infección respiratoria -dijo el pediatra, sin apartar la vista de las notas que tomaba en su ordenador-. No es raro en niños de su edad, pero parece que ha estado lidiando con esto durante varios días. Vamos a hacer unas pruebas para descartar cualquier complicación.
Juanjo asintió, aunque sentía un nudo formarse en su estómago. Ver a su pequeño tan decaído lo angustiaba profundamente.
-¿Va a estar bien? -preguntó con una voz más baja de lo que pretendía.
-Lo más probable es que con el tratamiento adecuado, en unos días debería mejorar -respondió Urrutia, levantando la vista hacia Juanjo-. Pero necesitamos los resultados de las pruebas para estar seguros. Mientras tanto, le voy a recetar algunos medicamentos para ayudar con los síntomas.
Mientras el doctor escribía la receta, Juanjo se inclinó hacia Arán y, con una suavidad extrema, le tocó la nariz con la suya en un gesto que siempre lograba sacar una sonrisa del niño, aunque esta vez el niño solo lo miró, cansado.
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all I need
Fanfiction¤ little silly one shots sobre juanjo y martin ¤ si tenéis alguna idea que os gustaría que escribiera decírmelo que la hago encantada