Jungkook despertó con una punzada en la cabeza. Había pasado la noche soñando con un chico que parecía una fresita, de cabello rosa y labios llamativos. Era uno de esos sueños que parecen tan reales que al despertar te preguntas si fue verdad. Fue entonces cuando el dulce aroma a su lado le hizo darse cuenta de que, quizás, no todo había sido un sueño. Abrió lentamente un ojo y allí estaba, el chico que había conocido la noche anterior: Jimin, profundamente dormido en su almohada.
Jeon emitió un pequeño sonido nasal al ver la expresión tierna en el rostro del joven, quien dormía con un leve puchero en los labios y soltaba pequeños quejidos, como si fuera un bebé. Sin embargo, Jeon sabía que Jimin estaba lejos de ser inocente, al menos en actitud.
Recordó claramente la forma en que el chico de cabello rosa se le había acercado la noche anterior: descarado, seguro de sí mismo, sin ningún rastro de timidez. Y, aunque el chico fresita era virgen, no había nada de inocente en su manera de coquetear. Ese pensamiento hizo que Jungkook se cuestionara su edad. ¿Sería más joven que él? El pelinegro, con sus veinticinco años, esperaba que Jimin tuviera al menos la mayoría de edad, aunque no podía evitar preguntarse cuánto más joven sería.
Perdido en sus pensamientos, Jungkook comenzó a contar las pequeñas pecas en el rostro del de cabello rosa, las cuales le daban un aspecto tierno y parecido al de una linda fresa.
Jeon solo pudo concentrarse cuando de repente este se removió en la cama y se dio la vuelta, interrumpiendo su inspección silenciosa. Jungkook sonrió suavemente y se estiró, tratando de aliviar el dolor de cabeza que lo aquejaba. Pero, al sentir que Jimin comenzaba a despertarse, decidió cerrarse de nuevo al mundo, haciéndose el dormido, esperando ver cómo reaccionaría el chico al descubrir que seguían juntos.
Jungkook sintió cómo el colchón a su lado se hundía y luego volvía a alzarse lentamente. Jimin se estaba moviendo, con pasos cuidadosos para no despertarlo. Mantuvo los ojos cerrados, escuchando el suave ruido de la ropa deslizándose y las respiraciones contenidas mientras el chico de cabello rosa se vestía. Los segundos parecían alargarse, y finalmente, escuchó el leve crujido de la puerta al abrirse y cerrarse con cuidado.
El pelinegro permaneció inmóvil un rato más, procesando lo que acababa de suceder. Jimin se había ido, sin una palabra, sin siquiera mirarlo una última vez. Lo había dejado ahí, solo en la cama. La sorpresa lo golpeó primero. Nunca le había sucedido eso. Normalmente, él era el que salía de las habitaciones en silencio, dejando a sus conquistas sin explicaciones, siempre el que se marchaba antes de que el día pudiera volverse incómodo.
No podía culparlo. Sabía muy bien cómo eran esos encuentros casuales, cómo no había promesas ni compromisos. Fresita simplemente había hecho lo que Jungkook había hecho tantas veces antes. Y, aun así, no pudo evitar sentirse decepcionado. Quizá porque, en el fondo, había esperado que esta vez fuera diferente.
Se sorprendió de sí mismo. Nunca antes había tenido esas expectativas, nunca había deseado que alguien se quedara. Pero Jimin lo había hecho, y ahora, por primera vez, era él quien se quedaba atrás, solo en una cama fría.
Jungkook sacudió la cabeza, intentando despejarse de sus pensamientos. Sabía que atormentarse por lo que había pasado no lo llevaría a ningún lado. Buscó su celular en la mesita de noche y, al encender la pantalla, vio varios mensajes de Namjoon.
Namjoon
¿Cómo la pasaste anoche, JK? Espero que no te quedaras solo en el bar. Yo me fui con unas chicas locas a una orgía. ¡Estuvo salvaje! *Emoji de fuego*
Una risa involuntaria escapó de los labios de Jungkook, aunque no le parecía tan divertido. A veces, la forma despreocupada en que Namjoon trataba el sexo le parecía ajena.
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Fresita 🍓 +18 (𝗸𝗼𝗼𝗸𝗺𝗶𝗻)
Romance꒰🍓꒱ Jimin y Jungkook, herederos de familias mafiosas rivales, se encuentran por casualidad en un bar y sienten una conexión instantánea. Sin embargo, al descubrir la verdad sobre sus familias, deben enfrentar el odio que las separa. ¿Podrán su amor...