CAP 6

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Cuando regrese a la fábrica ya era la segunda semana de enero, 2021

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Cuando regrese a la fábrica ya era la segunda semana de enero, 2021. Estuve tan ocupado, siendo presentado como el nuevo coequipero de Max, obteniendo nuevos patrocinadores en conjunto y haciendo un millón de deberes, que no tuve mucho tiempo para darle explicaciones a mi familia y a Lewis. Después de aceptar las peticiones de Max, hice una llamada breve para aclarar la situación. Mi novio estaba tan enojado que colgó la llamada sin decirme una palabra.

—¿Qué dijo él? —preguntó Fernando al tiempo que lamía una cuchara llena de helado de té verde.

Había quedado con el en un restaurante japonés a las nueve para contarle los detalles de mi primer viaje de trabajo y negocios.  Los brollos de atún con especias y las ensaladas de algas me parecían sin duda alguna una urgencia, y por dentro di las gracias a mis padres adinerados por tratarnos a Fernando y a mí tan bien.

—Dijo: «Me caes bien, seras mi nuevo mejor amigo», te lo juro. ¿No es genial?

Me miró boquiabierto, la cuchara suspendida en el aire.

—Tienes el trabajo más interesante del mundo —aseguró Fernando, que siempre decía que hubiera debido trabajar durante un año.

—Genial, sí —convine antes de atacar mi bizcocho de chocolate con nueces— Es raro, eso está claro, pero genial. De todos modos preferiría volver a Racing Point.

—Ya, seguro que te encantaría tener que trabajar media jornada para seguir en un equipo cualquiera. ¿A que sí?

Esbozó una enorme sonrisa y bebió un trago de Sapporo. Fernando Alonso había tenido una mala experiencia en su último trabajo, de modo que constituía todo un acontecimiento que hubierasalido esa noche. Piqué el anzuelo, como siempre que mi amigo despotricaba contra su vida. Aunque nunca lo reconocería, porque era mucho más divertido quejarse, lo cierto es que le encantaba.

—Entonces ¿por qué sigues corriendo, Nano? —pregunté pese a haber escuchado la respuesta un millón de veces.

Soltó un bufdo y puso los ojos en blanco.

—¡Porque me encanta! De otro modo, ya me hubiera retirado hace tiempo.

—Estoy de acuerdo en que me ha tocado la lotería. ¿Martin Garrix, Paulo Dybala, pasar fin de año en la hacienda de Charles Leclerc? Vayan primer viaje de trabajo. No obstante, ignoro de qué modo me acercará todo eso a Sauber, aunque quizá es demasiado pronto para saberlo. El caso es que no me parece real, ¿sabes?

—Pues cada vez que quieras volver a entrar en contacto con la realidad ya sabes dónde encontrarme —declaró Fernando— Si te da por echar de menos el mundo normal, si te mueres de ganas por conocer la realidad, mi lujoso estudio de sesenta metros cuadrados es todo tuyo.

Pagué la cuenta y nos despedimos con un abrazo. Fernando me explicó detalladamentecómo llegar hasta mi casa residencial en la periferia de la ciudad. Le juré que había entendido a la perfección, pero en cuanto se hubo marchado me subí a un taxi.

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⏰ Última actualización: Sep 23 ⏰

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