o. el inicio de todo para haydee seo: 2011

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─Si sabías que estás llegando tarde, ¿no?

─¡Lo sé! ─lloriqueó Haydee Seo, dejando caer bruscamente las dos remeras de distinto color al suelo, totalmente frustrada─. ¡Pero le dije a papá que me despertara a las 7am!

─Sabes que papá de milagro se levanta a las 11am, y solo cuando hay partido ─su hermana, de nombre Mili, puso los ojos en blanco─. Debías decirselo a mamá, o a mí.

─Mamá no estaba en ese momento y tú eres peor que yo, ni una bomba nuclear te despierta.

Mili hizo una mueca. Tenía razón. Cuando Haydee tiene razón, la tiene... Aunque sea una mocosa de 14 años.

Pero esa misma mocosa, estaba a punto de ir a una audición en Big Hit Entertainment, y de paso, estaba llegando tarde. O bueno, para ella. Aún tenía tiempo para bañarse, cambiarse, desayunar y viajar. Pero como siempre pasaba cuando le tocaba bañarse, de tardar una hora entera dentro del baño haciendo quién sabe qué, Haydee pidió que la despertaran temprano. Así que ese día, tuvo que tardar menos de veinte minutos en el baño y eso la estresó de cierta manera. Le gustaba hacer un "mini" concierto en la bañera, y más ese día para practicar su voz y rezar para que no estuviera ronca y pudiera llevar a la única nota alta de la que había practicado con tanto ahínco.

Ésta era su oportunidad, no podía desaprovecharla y, mucho menos, cagarla. Era su sueño, incluso cuando creyó fielmente en que el ballet era lo suyo. Pero luego se dio cuenta de que solo se lo obligaba a ella misma a gustarle para no hacer sentir mal a su madre que había gastado un buen de dineron para anotarla en la mejor escuela de ballet. Fue una suerte que su propia madre se haya dado cuenta de que algo andaba mal en su labio fruncido que aparecía cada vez que iban camino a la clase.

Al salir de la bonita y acogedora casa junto a sus padres y su hermana que la iban a acompañar para darle apoyo, miró hacia arriba y sonrió. Era un hermoso día, y lo sintió como si le estuviera diciendo que también estaba ahí para apoyarla. Qué bueno, porque no quería que se arruinara su pelo recién planchado. Debía de verse presentable.

Su madre la hizo perfeccionista.

No tenían auto, a los cuatro les gustaba caminar o andar en bicicleta, así que Haydee decidió que no tenía ganas de caminar tanto, así que sacaron las cuatro bicicletas y así fueron hacía su destino. Eso ayudó mucho a relajar a Haydee: sentir el aire fresco en la cara, lograba que se enfriarán sus mejillas rojitas por el agua caliente de la ducha.

Pasaron las calles tranquilamente, casi haciendo que Haydee se olvidara que había estado a las corridas. Mientras hacían el recorrido de 10 minutos en bicicleta, Haydee fue taradeando su canción. Había pensado en interpretar alguna canción ya existente, pero Mili le había dado la brillante idea de ir con una canción hecha por ella misma. Intentó recordar si hubo alguien que hizo lo mismo, o si siquiera es estaba bien, que si la iban a aceptar o iba a hacer que la tomaran más en cuenta por haberse presentado con una canción creada por ella. Pero si lograba algo más gracias a ello, abrazará a Mili hasta cansarse.

El edificio de Big Hit Entertainment se alzó ante ellos y Haydee sintió que temblaba su bicicleta junto a ella. Tuvo que parar antes de terminar en el suelo. Es su momento. Puede hacerlo.

Ella se bajó de la bici y continuó caminando, mientras que los otros tres se detuvieron unos metros más adelante. Estacionaron las bicis en donde debían, justo en frente de la entrada principal del edificio, y Haydee se quedó embobada mirando las puertas.

Sintió un peso en su hombro y recibió una sonrisa alentadora de su padre, quien le dio un apretón como apoyo.

─¿Nerviosa? ─le preguntó, aunque ya sabía la respuesta. Cuando Haydee se ponía nerviosa tendía a hacer muchas cosas raras: como quedarse en trance o mirando un edificio embobada como si nunca hubiera visto algo igual.

Harmony of Eight, btsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora