volver a casa parte II

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Al llegar entre furiosa a la casa, no podía creer lo que Vanessa me había dicho su amistad era tan falsa como ella; azote la puerta sin detenerme a mirar si mis padres venían detrás de mi.

Mi hermana se encontraba acostada en el mueble de la sala viendo un programa de televisión, me saludo pero la ignore totalmente, ella y yo teníamos una mala relación por lo tanto me fui directo a mi habitación no quería escuchar sus idioteces en este momento.

Entre a mi cuarto poniéndole el seguro a la puerta y me quedé recostada allí por un momento mirando a mi alrededor sintiendo que aquel lugar era de un completo extraño; respire profundo y exale de forma exagerada, cuando me disponía a dar un paso tocaron la puerta como si la quisieran tumbar; eso me hizo dar un salto; era mi madre enfurecida por haberle hecho aquella escena frente a los líderes, no le preste atención a lo que decía ya que no le daba importancia de igual forma seguro estaría castigada en la mañana pero para mi encontrarme de nuevo en aquel lugar ya era el peor castigo.

Me senté en la cama y comencé a quitarme aquella ropa que despreciaba tanto colocándome una de mis pijamas favoritas constaba de un enterizo tipo short de tela de algodón muy bonito.

Me gustaban mis pijamas y más las que había comprado últimamente ya que como solo las usaba para dormir y en mi habitación no importaba como fuesen ya que nadie las vería así que me había aprovechado de eso y tenía una colección de pijamas de seda, de algodón y de encaje todas minúsculas y sexys, así también era mi ropa interior; como nadie las veía podía darme mis gustos, creo que si mi mamá viera lo que me ponía le daría un infarto.

Me gustaban mis pijamas y más las que había comprado últimamente ya que como solo las usaba para dormir y en mi habitación no importaba como fuesen ya que nadie las vería así que me había aprovechado de eso y tenía una colección de pijamas de seda...

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Y es que yo no era fea ni tenía mal cuerpo por eso odiaba aquella ropa donde parecía que estaba metida en un saco de papas; mi cabello era largo y rizado, piel tostada por el sol, pechos grandes muy bonitos, un buen tracero contorneado y largas piernas; lo que más me gusta de mi cuerpo eran mis piernas lamentaba no poder mostrarlas como me gustaría.

Había sido un día agotador luego de cambiarme no tarde ni un segundo en meterme bajo mis sábanas para tomar el teléfono que estaba sobre la mesita de noche colocarme los auriculares revise mi lista de reproducción que era un poco de todo y conseguí mi canción favorita le di a reproducir y The nights de Avicii comenzó a sonar, poco tiempo después me quedé dormida.

La mañana siguiente me había despertado demasiado temprano para mi gusto ese día había que decidir en cuál colegio me iban a inscribir y las opciones eran mi colegio anterior al exilio o uno privado que quedaba a las afueras del pueblo como a una hora y media de mi casa.

Eran las siete de la mañana, ya me había bañado desayunando y me encontraba acostada en el piso viendo al techo solo en ropa interior. Acostumbraba estar así en mi cuarto; Llevaba puesto un conjunto color lila de encaje el brasier era con un poquito de relleno que hacía que mis pechos se vieran como si quisieran escapar del sosten y en la parte de abajo tenía una tanga diminuta toda de encaje.

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