Juguemos

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dedicado a Libelulamaru  gracias por el apoyo.

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Al entrar me coloco con suavidad en la cama y se regresó a puerta para colocar el seguro y la toalla en el piso, mientras tanto yo lo esperaba recostada al respaldo de la cama estaba super nerviosa y a la expectativa de lo que iba a suceder.

Se subio a gatas en la cama metiendo una rodilla entre mis piernas rozando mi zona íntima con su rodilla, con una mano me tomo el rostro y con la otra bajo lentamente la tira de mi pijama liberado ambos senos instintivamente comencé a acariciarlos mientras él veia mordiendo su labio inferior.

—aaah!— solte un jadeo y es que mis pechos eran extremadamente sensibles.

Comenzó a besarme nuevamente el cuello y fue subiendo a mi rostro cuando llego a la comisura de mis labios se detuvo; sabia que estaba batallando una guerra interna porque yo también la tenía, todo aquello estaba totalmente mal.

Se alejo un poco para mirarme a los ojos y bajo la mirada hasta mis senos necesitados de atención deslizó su mano por mi brazo delineando con los dedos hasta llegar al hombro, luego bajo hasta uno de los pechos
acariciándolo, setia que iba a explotar las sensaciones que me provocaba eran las mas intensas que habia experimentado.

Incliné la cabeza hacia atras jadeando disfrutando de cada una de sus caricias.

Se acerco nuevamente a mi rostro me tomo el cuello con su mano libre y me beso y esta vez si fue el beso que estuve esperando por tanto tiempo.

Sus labios eran suaves pero el beso era intenso cargado con toda la pasión que se habia acumulado durante años, abrí la boca ligeramente para darle la bienvenida a su lengua la cual no tardo en introducir encontrándose con la mia quien la recibió provocando un baile infernal entre leguas.

Lo tome por el cuello atrayéndolo mas hacia mí no queria que aquel beso acabara, era totalmente exquisito, el se separó un poco y dejo un par de pequeños besos en mis labios.

— Quiero ser el dueño de todas tus primeras veces mi pequeño saltamontes —  me dio otro beso esta vez mas corto — Y no me importa si esta bien o mal, quiero que seas mia aunque sea solo en tu primera vez—

—Aun no podemos—

claro que quería y no que fuera una vez sino todas las que quisiéramos pero aun era menor de edad y por la experiencia que ya habiamos tenido no me quería arriesgar en ese aspecto teníamos que ser lo mas prudente posible.

— Lo se, ¿me prometes que vas a esperar?— sus ojos verdes parecían llamas de fuego.

—Porsupuesto que si amor. Por algo no he conocido a nadie aún — esta vez fui yo quien lo beso — Toda yo soy tuya y si tu no puedes tenerme entonces nadie puede—

Y nos volvimos a besar apasionadamente, podria besarlo durante horas y horas; sus besos eran la cosa mas exquisita que haya probado.

—No podemos tener sexo pero si podemos jugar un poco ¿quieres?— susurro en mi oido.

— Ya te lo dije soy tuya y  lo que es tuyo puedes usarlo cuando quieras no tienes por que preguntar—

—¿quien eres tu y que has hecho con mi pequeño  saltamontes?—

— jajaja — no pude evitar reir.

—ven aca— me atrajo hacia él hundiéndonos en un  profundo beso, a la vez que se acostaba en la cama y me dejaba a horcajadas sobre él, una mano recorrió mi espalda desnuda de arriba a abajo mientras con la otra me apretaba y masajeaba el trasero.

Conflicto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora