Tyler
El viernes, luego de llegar de la preparatoria simplemente me encierro en mi habitación. No hay nadie en casa por lo que supongo que todos están trabajando.
Enciendo la consola y me pongo a jugar videojuegos, me conecto con algunos amigos y paso así al menos unas dos horas.
En un momento, mientras estaba casi terminando una partida, alguien tocó la puerta.
— pasa.— dije sin despegar la vista de la pantalla.
Por un momento creí que sería mamá que habría llegado y vendría a saludarme, pero quién entra por la puerta es la persona que menos me esperaba que lo hiciera.
Papá está parado en el marco.
Creo que desde que tengo recuerdos el ha entrado unas tres o cuatro veces a mi habitación, y todas ellas han sido para regañarme por algo.
Pero ahora no parece molesto, de hecho está pálido, sus ojos desorbitados. Casi no lo he visto esta semana, ha estado bastante ausente de casa, aunque la verdad no es algo que me moleste.
— ¿Papá?— pregunto confundido.
Se me queda mirando por un momento sin decir nada y finalmente suspira. Termina de entrar a la habitación y cierra la puerta detrás de el.
— Ty.— me nombra.— necesito... Necesito hablar contigo.
Abro y cierro la boca unas cuantas veces pero al final asiento.
— bueno... Está bien, solo tengo que terminar esta partida y...
— no.— sentencia.— tiene que ser ahora, necesito que hablemos ya.
Podría decirle que no, pues la verdad es que jamás se ha molestado en hablar conmigo, pero algo no me deja negarme. El simple hecho de que papá quiera hablar conmigo me parece tan irreal como emocionante.
Detengo el juego y me quito los audífonos para pasar a prestarle atención a mi padre.
— ¿Que pasa?
Da unos pasos y se acerca quedando a un lado de mi cama. Tarda bastante en hablar, parece pensativo.
— es que yo... Tengo que hablarte de...
— ¿De?— lo incito a continuar.
— bueno, quería saber que tal estabas.
No puedo describir lo que siento tras esas palabras, creo que lo que más logro identificar es un poco de incomodidad.
Después de toda una vida recibiendo nada más que su indiferencia y su ausencia, de que las pocas palabras que me ha dado no sean más que regaños... Esto se me hace extraño.
— ¿Que... Por qué querrías saber eso?— pregunto desconfiado.
— pues... Porque eres mi hijo Tyler.
— papá, ¿Enserio vas a salir con eso ahora?
Cierra sus ojos con fuerza y luego recorre mi habitación con la mirada, se detiene en el escritorio, sobre el que están todas mis pinturas, lienzos y de más.
Se encamina hacia estas y se detiene a observarlas.
— bueno la verdad Ty es que estoy arrepentido. Siempre he sido demasiado duro contigo porque no eras lo que esperaba, porque no eras igual a tu hermano.— veo como toma las pinturas en sus manos y las examina cuidadosamente, como nunca antes se había parado a hacerlo.— pero tú sabes que te amo de todas maneras, eres mi hijo tanto como el.
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Dulce Debilidad (BL)
RomanceGabrielle es un respetado y conocido líder de la mafia italiana, un hombre despiadado, frío, cruel, al que no le tiembla la mano contra sus víctimas y que es capaz de cualquier cosa por conseguir lo que quiere. Por eso, cuando un político Estadouni...