Epílogo

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"Esto No Tiene Fin"

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»Puedes correr libremente. Puedes encontrar otros peces en el mar. Puedes fingir que esto no estaba destinado a ser«

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Abril 17, 2025
Bufete de Abogados Sharman

—¡No! No pueden hacerme esto —grito molesto el señor— me importa una mierda, ellos son mi familia.

—Lo siento señor, pero es orden de un juez —me enfrente a el con los papeles en mano— usted ya no puede acercarse a su esposa e hijos por violencia doméstica. Tal vez los años que le esperan en prisión lo hagan recapacitar y buscar redención.

—Maldita mujer —tomo mi muñeca y la apretó con fuerza, los de seguridad entraron y lo obligaron a soltarme para después sacarlo de mi oficina.

—¿Estas bien Becca? —me pregunto preocupada Maya mi secretaria— te ha lastimado.

—Estoy bien Maya, no es nada —le sonreí— solo fue un apretón sin importancia.

—¡Como nada!, esto puede dejar una marca, te tomo muy fuerte. —ella si que era una exagerada. Mejores golpes había obtenido en mi infancia cuando jugaba como si era un mono en los árboles.

—Ya dije, no es nada. En serio estoy bien.

—Espero que sea así, Ran no perdona que algo te pase. Eso me da miedo pero es tu esposo, supongo que solo te ama demasiado y quiere ver qué estás bien en todo momento —Ella tenía razón, con los años Ran se volvió más accesible con dejarme salir y terminar mi carrera pero no quita la suma protección hacia mi.

Aunque esto tal vez no es nada, el no tenía por qué verlo, bajo la manga de mi abrigo para cubrir mi muñeca, aunque aún no se acentuaba ninguna marca.

—Te veré mañana Maya, ya es hora de salir y quiero aprovechar el salir temprano para ver a mis hijos y hacer algo con ellos.

—Esta bien Becca, saluda a los gemelos de mi parte. Ve con cuidado.

—Gracias.

Me dirijo al estacionamiento por mi auto y lo pongo en marcha. Recibo un mensaje de Ran y eso me hace sonreír bobamente, nunca me imaginé que terminaría locamente enamorada de él después de todo lo que pasó. Aunque eso tal vez nos hizo más fuertes.

Hubo momentos realmente malos, otros jodidamente buenos. Unos que simplemente fueron momentos, pero aquí estamos los dos. Seguimos juntos, con años de casados y dos hijos que adoramos con el alma. Creo que ambos nos destruimos pero eso fue necesario para reconstruirnos con una versión mejorada de cada uno.

Miro a Ran y ya no es ese chico de veinte años que conocí, que me ayudó cuando llegue a la ciudad, ya no es ese amigo al cual le contaba todo y que siempre estaba ahí. Paso hacer ese chico que se obsesionó de mi, que mató algunas personas en el camino, que me secuestro que hizo de todo para que yo pudiera llegar a amarlo.

Llegamos a ese punto de destrucción y en toda esa confusión los pedazos encontraron sus propios lugares donde encajar. Lo amaba desde antes de todo, pero ese amor se disfrazó de una bonita amistad. Trate de mertirle a él y me termine mintiendo a mi. Ahora sí me preguntarán diría que no se que haría sin Ran en mi vida.

Cuando el se esfuerza por agradarme, cuando me besa, me abraza. El simple hecho de sentir su piel con la mía me hace pensar que no quiero que se vaya nunca y que si el o yo muero; el otro lo seguirá para estar juntos para siempre.

Obsesiones que matan ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora