— Buenos días — respondió Sabine, la única que me contestó.
Mientras me ponía las pantuflas, Adrián me interrumpió.
— Kassandra, cómo decidiste traicionarnos y unirte al equipo Mar, Te pedimos que no entres al cuarto hasta que estemos dormidos como Sian lo hace allá.
Lo miré y solté una pequeña risa.
— Este es mi cuarto y esta es mi cama. Entraré cuando quiera, y si no les gusta, salgan a hablar afuera.
— No se trata de eso — dijo Agustín, con un tono serio.
— Con permiso, buenos días — respondí y salí del cuarto, sintiéndome un poco frustrada. Era cansado lidiar con su actitud posesiva.
En la sala, encontré a Briggitte y Gala desayunando. Me acerqué a ellas.
— ¿Qué pasó? — preguntó Gala, notando mi mal humor.
Les conté sobre la discusión. Gala se notó enojada.
— ¡Qué bueno que lo enfrentaste! No te dejes de él.
— Sí, el cuarto Mar es tuyo también puedes estar donde quieras — añadió Briggitte.
— Gracias, niñas — sonreí, sintiéndome mejor y más respaldada.
Mariana salió del cuarto y llegó a la cocina casi a la par de Karime y Arath.
— A partir de ahora, cada quien se hace su desayuno; yo solo haré la comida — anunció Mariana , con su tono autoritario.
Nos organizamos para preparar lo que quisiéramos.
— ¿Qué te vas a preparar ? — le pregunté.
— Huevo con salchicha. ¿Quieres? — respondió, mirándome de una manera que me hizo sentirme nerviosa .
— Sí, por favor — sonreí, tratando de ocultar mi nerviosismo.
— Ayúdame entonces — dijo, y me uní a él en la cocina. Cocinamos y reímos, disfrutando de la compañía. Era agradable estar lejos de la tensión del cuarto Tierra. La calidez de su presencia hacía que el ambiente se sintiera más acogedor.
Después de desayunar , tome un baño , me vestí y me maquille un poco para pasar el día.
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Más tarde, nos reunimos en el sillón de la terraza. La tarde estaba tranquila y el sol comenzaba a bajar, tiñendo el cielo de colores cálidos. Karime se unió a nosotras.
