La mañana pasó rápidamente, y el ambiente en la casa fue sorprendentemente tranquilo. No hubo peleas ni momentos incómodos, algo inusual para nosotros. La risa resonaba en la cocina mientras preparábamos el desayuno.
Mi outfit , de hoy me encanto me acerqué a la cámara y le agradecí a mi mejor amiga por la ropa que me mandó.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Agustín fue el último en entrar al confesionario a nominar, y poco después, Galilea se conectó. Su expresión era seria, y un escalofrío recorrió mi espalda.
— Habitantes, esta noche yo no tengo los resultados de la nominación — anunció Galilea con tono grave.
Inmediatamente miré a mis compañeros. La confusión se reflejaba en sus rostros, y me preguntaba si alguien realmente entendía lo que estaba sucediendo. La tensión era palpable.
— Por favor, pongan atención a estos videos — continuó Galilea.
Empezaron a aparecer videos de todos nosotros. Mis ojos se agrandaron al ver cómo nos grababan haciendo complots y poniéndonos apodos. En ese momento, la risa se detuvo y la incomodidad se instaló en el aire.
— Largo — dijo Galilea, mostrando a Adrián Marcelo. — Johnny Bravo — seguía con Agustín Fernández. — Maestra Canuta — mencionó a Mariana Echeverría, y sentí una punzada de risa ahogada en mi pecho. — La Guicha — continuó con Ricardo Peralta. — Ceniciento — Sian Chiong — Pez Gordo — Arath de la Torre y así siguió sucesivamente, hasta que llegó mi turno. — Cereal C — dijo Galilea.
Todos nos reíamos pero nos toco disimular,Sabía que los apodos que habíamos puesto eran una forma de burlarnos, pero al escucharla, me sentí expuesta, como si cada palabra revelara más de lo que quería mostrar.
Cuando Galilea terminó de leer los apodos, su mirada se volvió aún más severa.
— Jefa, son todos suyos — dijo Galilea, mirando con desdén a todos nosotros
— Habitantes, como les he manifestado en los últimos días, se han corrido los límites de lo éticamente aceptable. Las faltas de respeto fueron muy graves, se escucharon insultos y descalificaciones impropias del comportamiento que yo pretendo de ustedes.
Las palabras resonaban en mi mente. Sabía que habíamos cruzado una línea, pero escucharla describir nuestra falta de respeto hizo que mi estómago se retorciera de incomodidad.
— Al mismo tiempo, en términos reglamentarios, también han traspasado los límites. Se han registrado conversaciones en las que varios de ustedes sugieren cómo votar. Como bien saben, este juego es de carácter individual, y las nominaciones son secretas y personales. Por esta razón, me veo en la obligación de dejarlos a todos nominados.
