Light in the dark | Rosella

Capitulo 24

La vida es una autopistaaa, y quiero recorrerla toda la nocheeee, ohhhh.

Clara, voy a hacer de tu vida una colisión de dos lobos si no dejas de cantar esa canción, ¡lleva en repetición ocho putos kilómetros!

Gimoteó la nueva miembro de la manada, su pelaje blanco puro prácticamente brillaba a la luz de la luna mientras corría junto a su Beta. Will corría junto al hombro derecho de su hermana, sus pensamientos silenciosos fuera de algunas emociones pasajeras de irritación y miedo y concentrándose en no tropezar con sus propias patas. Su pelaje coincidía con el de su hermana, y ahora sólo sus ojos no coincidían. Los de Clara eran ámbar, mientras que los de Will eran del mismo azul chocantemente brillante que los de su yo humano.

Los gemelos Silvervane habían entrado en fase hacía sólo unas horas, con la manada para vigilar su transición y dar la bienvenida al redil a los nuevos lobos. Eran los primeros lobos blancos de la manada, los primeros en la historia de la tribu, si Sam no se equivocaba, y algo en el color de su pelaje tiraba de los recuerdos de Bella. Era como si le recordaran algo, pero cada vez que intentaba recordar qué era, la idea se desvanecía en el aire.

Para haber recibido un curso intensivo sobre el cambio de fase, la jerarquía de la manada, la impronta, sus próximos cambios físicos, la mente de la manada, sus deberes como Protectores y el ejército de vampiros recién nacidos que se avecinaba, Will y Clara se lo estaban tomando sorprendentemente bien. Después de que él se calmara de su ataque de pánico y ella vomitara varias veces.

Pasitos de bebé.

Al principio Sam no quería que los gemelos, Brady o Collin vinieran al entrenamiento, ya que eran los lobos más nuevos y jóvenes de la manada, pero ni siquiera el Alfa era inmune a los ojos de cachorro y a las súplicas. Su única condición seguía siendo que ninguno de los cuatro pudiera participar en el entrenamiento y que se sentaran al margen para observar. Clara se había ganado su primera orden de Alfa cuando intentó discutir, mientras que los chicos fueron puestos en su sitio cuando su Beta les enseñó los dientes.

Así que, ¿vas a decirle a tu aterradora rubia sexy que es tu impronta?

Bella se interpuso en el camino de Clara, enviando a la loba blanca con el hocico sobre la cola hacia los arbustos. A unos pasos de distancia, la beta oyó los pensamientos de Leah haciéndose eco de la misma pregunta, pero la chica mayor la hizo a un lado. Clara salió de los arbustos y corrió para alcanzar a la manada. Deberías decírselo. Porque hay un chico en mi clase que me gusta desde siempre, pero luego empezó a salir con otra chica, lo que va totalmente en contra del código de chicas, porque ella sabía que me gustaba, y...

Oh Dios. ¿Tienes un interruptor de apagado? preguntó Bella exasperada.

¿Qué se siente estar en el extremo receptor, Bella? Sam soltó una risita. Hacía tanto tiempo que Bella no le oía usar el humor que ni siquiera mordió el anzuelo de hacer otro chiste, simplemente era bueno oír a su Alfa animarse a pesar del peso del mundo que llevaba sobre los hombros.

Por suerte, Jared dio un paso al frente. Lo siento, Clara, pero la jefa está esperando a que le regalen un collar de pedrería con la inscripción "Mascota de Rosalie" en la etiqueta.

Bella resopló: Seguro que te gusta pensar en collares, Jare-Bear. ¿Hay algo que no le estés contando a Kim? Podría recomendarle unas correas estupendas para que te estrujara el escuálido cuello con ellas.

Jared soltó un pulso de mortificación al oír el apodo que su impronta usaba para él, expuesto a la vista de todos los lobos. ¡Se te dijo en confianza, jefa! ¿Cómo pudiste?

Los lobos soltaron ladridos colectivos de risa, calmando los nervios estáticos que habían estado plagando la mente de la manada mientras corrían hacia su encuentro con los vampiros. Will habló por primera vez desde que la manada había salido de casa de Emily, pues por fin parecía acostumbrarse a sus nuevas extremidades. ¿Siempre es así?