Sanji, Nami y Luffy son chicos de último año de preparatoria, tienen una vida normal y buenos amigos.
También tienen parejas Pero esto nadie lo sabe.
Todo parece normal Pero lo que ellos no sabían es que sus parejas son nada más y nada menos los maf...
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Robin estaba perdida en sus pensamientos mirando el reloj que tenía en la muñeca, todo el mundo pasaba a segundo plano cuando se trataba de Nami.
Bueno, normalmente el mundo pasaba a segundo plano con cualquiera cosa a decir verdad.
Soltó un suspiro y siguió en su trabajo, había una gran ventaja de ser bibliotecaria, no había muchas molestias que tener que aguantar.
Suficiente tenía con el idiota de Zoro.
Miraba atentamente la puerta esperando a que la siguiente persona que entrara a la biblioteca fuera su Nami.
Unos segundos después la puerta se volvió a abrir dejando ver a Nami, una sonrisa se formó en sus labios Pero rápidamente se borró al ver una cabellera azul que odiaba y mucho.
Nami había entrado con un aura tranquila y calmada, lamentablemente había llegado siendo sujetada con el brazo por Vivi Nefertari.
¿Eso hacían las amigas o que mierda?.
Por lo menos no estaban sosteniendo sus manos, porque si fuera así Robin no se podría controlar el enojo que se estaba formando en su interior.
Vivi sintió un escalofrío en su espalda y miro a todos los lados posibles para ver de dónde provenía esa furia que la estaba poniendo nerviosa, Nami Por su lado miraba con disimulo a su pareja quien parecía un poco enojada...
Nami no era consciente de lo celosa que podía ser Robin.
Vivi:¿Que libro venías a buscar, Nami? -pregunto curiosa.
Nami: el último libro que necesito para terminar con la saga que estaba haciendo -dijo con una sonrisa.
Vivi: te ayudaré a buscar -dijo con una sonrisa.
La peliazul abrazo con fuerza el brazo de Nami quien le dió una sonrisa amigable a su mejor amiga.
Nami y Vivi se conocían desde que eran unas niñas, y desde entonces se habían vuelto muy amigas.
Nami jamás vio o noto la mirada de amor que Vivi le enviaba, sinceramente ella no la veía así.
Ambas jóvenes empezaron a caminar hacia los libros de fantasía, cuando Nami paso delante de Robin le dió una sonrisa de disculpa.
Robin:"claro... Si esa mocosa no fuera amiga de Nami... Sin duda alguna la mataría" -penso molesta.
La pelinegra se levantó tranquilamente de su asiento y tomo el carrito para no levantar sospechas.
No estaba celosa, sólo quería proteger a su novia de esa mocosa idiota...
Vivi:¿Cómo se llama? -pregunto curiosa.
Nami le dió el nombre del libro a Vivi quien asíntio y así ambas se dividieron para buscar mejor el libro.
Robin sonreía casualmente con el libro que Nami estaba buscando en sus manos, como una buena novia debería dárselo Pero a Robin le encantaba molestar a Nami.
La pelinegra fue hacia donde Nami se había ido y la vigilo con tranquilidad.
Nami hacia pucheros al ver que no podía encontrar el libro que estaba buscando.
Nami:"¿Será que Robin lo tiene? No sería la primera vez que lo hace... Y ahora que lo pienso su aura cambio cuando entre" -penso nerviosa.
Robin aprovecho que Nami estuviera distraída y que no había cámaras cerca para abrazar a la menor quien se asusto.
Robin: hola gatita -dijo con una sonrisa- te extrañe mucho...
Nami se había asustado Pero al oír la suave voz de Robin se tranquilizó un poco, se giró para ver a la mayor quien mantuvo su rostro sereno.
Nami: Robin, lo siento... Pero Vivi me pidió que la trajera y bueno... Es Vivi, no le puedo decir que no -dijo con un puchero.
Robin:"no hables así de ella" no te preocupes, entiendo que sea tu mejor amiga de toda la amiga -dijo con tranquilidad.
Nami sonrió dulcemente y estaba apunto de guirarse para seguir en su búsqueda hasta que Robin tomo su rostro y le dió un beso.
La pareja se encontraba en un lugar alejado, donde casi nadie iba y que no había cámaras en el lugar.
Así que Robin aprovecho eso para besar después de tanto tiempo sin poder ver a Nami.
Extrañaba tanto el calor de los labios de la menor...
No era como las otras mujeres con las que se divertía en el pasado...
Nami era diferente a esas mujeres...
Nami era especial y en muchos sentidos...
La amaba tanto y la adoraba...
Como nunca amo a nadie antes...
Nami: Robin -dijo avergonzada.
Robin:¿No extrañaste mis labios? -pregunto pícara.
La Menor se sonrojo hasta las orejas por el tono y la sonrisa de la mayor, algunas veces quería darle un golpe a la pelinegra por molestarla.
Robin:¿Y no vas a responder? Que grosera eres Nami -dijo con una sonrisa.
El tono de Robin hizo que los pelos de Nami se erizarán, el aliento de la mayor estaba tan cerca de su oído que sólo la puso nerviosa.
Robin: estoy esperando, Nami.
Nami: t-te... Extrañe -murmurro nerviosa.
Robin sonrió dulcemente y abrazo con fuerza a su pareja quien sonrió dulcemente, el aroma de la ojiazul era suave y dulce, la hacía sentirse cómoda y amada.
Robin: tu libro -dijo con calma.
Nami se separó de Robin para ver el libro que buscaba con desesperación.
Nami: Robin -dijo con un puchero.
Robin sonrió inocentemente y Nami simplemente soltó un suspiro, aunque quisiera enojarse con la mayor le era difícil hacerlo...
Nami: mala -dijo con un puchero.
Robin siempre pensaba que era ridículo actuar de esa manera tan infantil cuando ya estabas grande... Pero Nami la hizo cambiar de parecer.
El actuar infantil de Nami era una de las miles cosas que amaba de ella, y nadie podía hacerla cambiar de opinión.
Robin: perdón -dijo con una sonrisa.
Nami: como sea, debo buscar a Vivi y tú vuelve a tu trabajo -dijo con una sonrisa.
Robin: de acuerdo, jefa -dijo con calma.
La mayor se alejo de la menor con una sonrisa pequeña en sus labios, jamás le gustó que le dieran órdenes Pero... Por Nami se dejaba mandar las veces que sean necesarias.
El amor si que hace maravillas/milagros en una persona...
Y más en una persona como Nico Robin.
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