A través de sus Mares

El Destino Parece Inevitable

En el lugar menos inesperado, las personas menos deseables a encontrarse, así todo volvía a su ritmo normal, es como si no pudiese escapar de un destino trágico, ¿qué más podia hacer Kaigaku para seguir viviendo?

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  Rui, era la Luna Inferior 5, estaba tratando de no demostrar que lo conocía, claro que solo por nombre ya que el cuándo se volvió demonio este ya había sido asesinado, pero ahora lo veía y era exactamente como una vez los describió Douma. Pero sacando los pormenores de sus recuerdos como demonio se encontraba caminando a ese lugar, lo podía ver a lo lejos parado frente a Tanjiro que se encontraba en el suelo, en cuanto entro al campo de la pelea, por así llamarlo a un radio de diez metros de donde estaba ellos vio hacia arriba y vio a Nezuko colgada de los hilos, sin medir las consecuencias salto rápidamente cortando los hilos y bajando junto a la niña, ya al estar en tierra la hermana de Kamado comenzó a curarse sola las heridas, este lo vio y le sonrió como podía aun teniendo un bambú en la boca, luego fue corriendo hasta su hermano tratando de ayudarlo a ponerlo de pie, el también decidió acercarse a ayudarlo.

  -¿Nezuko? ¿Cómo te liberaste? Ten cuida… o Kaigaku-san- comento el pelirrojo sentándose mejor con la ayuda de su hermana mirándolo al pelinegro acercándose a ambos.

  -¿Ese demonio pertenece a las 12 Lunas Demoniacas?- pregunto ingenuamente Kaigaku, lo sabía pero necesitaba que no sospecharan de él.

  -Sí, se llama Rui, por favor ten cuidado Kaigaku-san, es muy fuerte, déjame ayudarte- hablo Tanjiro parándose con dificultad a lado de su hermana que lo miraba muy preocupada.

  -¿Quién eres tú? No te metas en mi camino o morirás- habló por fin el demonio, pero esta vez mirando a Kaigaku.

  -Te ayudo y me voy, y si alguien pregunta tu dile que se murió solo o algo así, pero yo nunca estuve contigo, ¿bien?- hablaba Kaigaku al pelirrojo que lo oía extrañado.

  -Pero él es una de…

  -Te lo he advertido humano patético, no te metas con mi familia, ni tu ni nadie me impedirá llevarme a ese demonio como mi hermana- hablo Rui señalando a Nezuko, provocando que Tanjiro la cubriera protectoramente.

  -¡Ya te dije que no puedes cortar los lazos que nos uno con Nezuko!- grito Tanjiro enojado pero tambaleándose un poco intentando caminar a ese demonio.

  -Demonio desagradable- comento Kaigaku.

  El demonio de cabello blanco iba a hablar pero Kaigaku corto su cabeza demasiado rápido como para seguir conversando de la familia, los lazos y todo eso que Kaigaku no quería escuchar, su lazo con Zenitsu no era consanguíneo pero también era importante para él, y este demonio pretendía robarle a Tanjiro su hermana como si fuese cualquier cosa, la verdad no quería escucharlo, vio que unos hilos iban saliendo de su cuerpo y su cabeza pero los corto a todos ahora destrozando el cuerpo del demonio. Tanjiro veía sorprendido como el cuerpo del demonio desaparecía más rápido que su cabeza, era como si los cortes también lo estuviesen quemando más rápido, iba a ir hacia el demonio pero vio como Kaigaku pisaba su cabeza haciéndola añicos sin poder preguntarle nada, no sabía si alegrarse del todo ya que sintió pena por el demonio pero era mejor eso a que hubieran más herido y por fortuna el hermano de Zenitsu era lo suficientemente fuerte para acabar con la pelea en un santiamén.

  -Eres increíble Kaigaku-san- sonrió Tanjiro junto al otro, pero ambos sintieron la presencia de alguien más.

  -¿Tu derrotaste a ese demonio?- otro pelinegro hablo.