Segunda parte del capitulo anterior****
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Todo había comenzado luego de que Kaigaku haya renunciado a ser cazador, Zenitsu estaba de cierta forma inconforme pero a la vez feliz, no es que tuviera problemas con que los dos se hayan querido dedicar a lo mismo, el pelinegro siempre fue mejor en ese aspecto, pero que luego haya renunciado sin dar muchos motivos, no dio motivos muy creíbles ya que hasta su abuelo se percató de las dudas que tenía cuando les comunicó su decisión, ambos sabían que había algo más de lo que dijo pero no querían obligarlo a nada, menos ahora que cambio tan radicalmente de comportamiento. Pese a su extraña actitud el rubio no quiso tratar de hallar el verdadero motivo del cambio en el otro adolescente, su abuelo estaba en el cierto, sea lo que sea que le haya ocurrido se iban a enterar en algún momento, pero mientras tanto debían de valorar estos momentos en los que el pelinegro se mostraba "amoroso", fue un poco chocante para Zenitsu verlo preocuparse por el de una forma amigable, hasta dudo si de verdad era él y no un demonio en su cuerpo, tuvo que dejar esas hipótesis ya que Jigoro se cansó de decirle que no le diga estupideces a Kaigaku, podría hacerlo sentir mal de nuevo.
Haber dormido juntos la primera noche que pudo se sintió relajante y desconcertante a la par, no sabía que ahora que podía verlo bien su perspectiva sobre el otro también cambió un poco, haberlo besado suavemente fue acogedor, le gusto la suavidad de su piel al tacto se sintió muy bien, eso lo llevo a pensar si tocaba otras partes de su cuerpo se sentiría de la misma forma; no, se abofeteo luego de aquel pensamiento pero no lo abandono hasta la noche siguiente donde lo llevo a cabo, la segunda noche fue más allá con sus manos destapándolo hasta un poco más debajo de la cintura, Kaigaku estaba durmiendo de costado por lo que solo podría bajar hasta cierto punto la bata de dormir del otro, sus dedos comenzaron a correr la prenda de dormir primero abriéndola, luego con la yema de los dedos iba tocando levemente hasta su clavícula donde se relamió los labios ya imaginándose como quería actuar, su tacto paso a ser más rudo pero lo no suficiente como para despertar al pelinegro, apoyo toda la extensión de su mano en uno de sus pectorales, surco un camino hasta su hombro que estaba expuesto hasta medio quitarle la prenda, en ningún momento había despegado la totalidad de su mano del cuerpo ajeno ya no se trataban de sus dedos, ahora podía con su palma sentir la tibiez ajena, eso fue un paso importante, uno que seguiría y crecería con el transcurso del tiempo.
A la quinta noche ya estaba más experimentado con el hecho de manosear a su superior, hasta el momento solo se había atrevido a tocarlo hasta donde podía dependiendo de la posición en la que se dormía el otro, pero esa noche quiso atreverse a más y si por algún momento Kaigaku se llegara a despertar se excusaría con algún temor nocturno suyo o pesadilla, era común en el dependiendo las noches en las que dormía especialmente mal. Lo había picado un poco pero al no haber reacción continuo su propósito, apoyo una en su hombro y la otra detrás de este en su espalda todo esto mientras se encontraba sentado sobre el pelinegro, lo había logrado voltear sin despertar al otro cosa que lo alegro bastante pero no planeaba detenerse a festejar algo tan mínimo, en cuanto su mayo se encontraba boca arriba aprovechó para abrir mejor la bata dejando ver mejor el cuerpo ajeno, coloco sus rodillas a los costados del otro, sosteniéndose con sus manos a costados de la cabeza, enterró su rostro en el hombro del pelinegro aspirando el aroma a duraznos que tanto amaba, dio varios besos suaves hasta comenzar a succionar diferentes zonas del cuello hasta las clavículas donde lamia y succionaba viendo cómo se hacían una pequeños chupones le alegraba saber que él las había provocado, mientras se abría paso hasta su pecho succionaba cada centímetro de piel que pudiera generando ruidos de succión bastante obscenos, siguió así hasta toparse con sus pezones haciendo la misma acción.
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A través de sus Mares
Fiksi PenggemarCuando el dolor se vuelve insoportable hasta un punto donde es mejor abandonar todo, lo único que pensaba era desaparecer, pero la vida era extraña, no sabia si decir que estaba bien o mal el hecho de volver a la vida, pero la vida que iba a tener n...