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Sobre las tres de la tarde del día domingo, la sombra de las copas de los árboles se extendieron por el asfalto gris, ondeando sus hojas naranjas por la misma brisa que removía sus mechones ya un poco más largos.

Aunque el trayecto de la casa de Taehyung a la suya sea realmente corto, Jungkook se detuvo frente a su casa sin ingresar aún porque la vista de su jardín en el frente era horrible.

El césped verde estaba todo maltratado, lleno de vasos rojos, colillas de cigarrillos y pedazos de vidrio de la ventana que yacía rota, y, si bien, la fiesta no había durado mucho, fue suficiente para que un desorden inminente se plasmara por toda su casa.

Apretó la bolsa que contenía su ropa y empujó su mejilla interna con su lengua, bastante irritado por todo lo que tendría que hacer en su único día de descanso.

Avanzó con pasos lentos hasta su casa y empujó la puerta una vez estuvo frente a ella. Lo que había allí casi le hizo querer cerrar la puerta de nuevo e irse sin más, pues aquello que sus ojos captaron fue catalogado como desastre en lugar de desorden.

Dios, ¿Cómo podía quitarle esas manchas a su sofá blanco? Era su favorito.

Se pasó la mano libre por la boca y se frotó allí, en un acto de estrés. Dejó la bolsa con su ropa sobre la mesa junto a la entrada y ni se molestó en quitarse los zapatos, no tenía sentido con el estado en que todo se encontraba.

Se acercó al pequeño cuarto de aseo y sacó de allí varios productos de limpieza que dejó sobre la mesa de centro, deteniéndose un momento a analizar si se cambiaba de ropa, puesto que aún vestía las prendas de su cuñado y no quería en absoluto que estas se fueran a entorpecer con algún líquido. Decidió entonces usar algo más cómodo y sobre todo, más viejo.

Subió a su habitación y cuando ingresó, sintió todos sus músculos tensarse al encontrarse allí a Hyunjin.

"Te dije que no quiero verte" Su voz se tornó ronca, grave.

"Jungkookie, hablemos por favor" Dio unos pasos hacia él, pero Jungkook retrocedió, quedando en el pasillo.

"No me llames así" Su mandíbula se marcó al apretarse. "Vete, por tu culpa debo limpiar este desastre"

"Solo quería hacer algo especial para tí" Su tono de voz en cambio era suave, persuasivo. "Nunca habías tenido una fiesta"

"Fui claro de que no me gusta celebrar mi cumpleaños"

Para Jungkook, cada primero de septiembre era el eco de un recuerdo que ha anhelado olvidar por completo. Para él, esa fecha traía memorias claras, pese a su edad en ese entonces, de que representa un estorbo en la vida de quienes una vez llamó padres.

No le había dicho el motivo concreto del porqué odiaba esa fecha desde que tenía cinco años, pero si le había explicado varias veces que no le gustaba celebrarlo. Lo odiaba.

"¿Y qué hiciste?" Jungkook continuó, moviendo las manos, acentuando su rabia. "Trajiste un montón de desconocidos a mi casa tras ignorar cada vez que te pedí no hacer algo"

"Ellos te conocen" Rebatió, un poco desesperado.

"Probablemente me han visto de lejos. Yo ni siquiera recuerdo sus caras"

Hubo un momento de silencio en el que Hyunjin no supo cómo responder a ello, se mantuvo mordiendo su labio inferior, quitándose algunos cueritos de allí.

"Solo quise hacerlo especial"

Jungkook suspiró profundo, lleno de coraje. "¿Especial?" Se mofó. "Me drogaste" Le recordó, frunciendo bastante sus cejas. "Por segunda vez"

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⏰ Última actualización: Sep 24 ⏰

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Osadía |Taekook|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora