Capítulo 8.- Gatos

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-Vamos, por favorcito -rogó Ife sujeta a la cola de Al'nisa, prácticamente acostada sobre esta.


-"Ya te dije que no" -señaló sin dejar de caminar, aunque teniendo cuidado de no lastimarla-, "Y bájate de mi cola, eres pesada".


-Tu cola pesa tanto como yo o más -respondió la joven sin soltarse de ella.


-Es un poco presumida -susurró Abeeku a Alika-, Al'nisa nos mataría si intentáramos algo así.


-Mientras consiga el permiso lo vale, es molesto estar enjaulados acá, hasta los gatos tienen mas libertad de movimiento acá -se quejó Alika.


-"¡Bien, vayan!" -escucharon a la dragona rugir. Ambos voltearon asustados-. "Pero más les vale que ella vuelva sana". -no fue necesario que Alika y Abeeku la escucharán para entender lo que dijo, a pesar de que los dragones no modulan su voz a través de movimientos externos de su boca, sino a través de su sistema de lanzamiento de fuego. Tampoco les fue difícil comprender la amenaza que Al'nisa no pronunció.


Tan rápido como pudieron los 3 jóvenes salieron a todo galope de la fortaleza. La idea de simplemente salir a realizar carreras a caballo era la mejor forma de divertirse que se les había ocurrido a los jóvenes, la rapidez de los caballos a pleno galope no era tanta como la velocidad de planeo de Al'nisa, pero era lo más cercano que podían lograr si ella se negaba a llevarlos en vuelo.


Tras un largo rato llegaron a una de las aldeas humanas que Al'nisa tenía instrucciones de resguardar.


-A lomos de Al'nisa no parece tan lejos -comentó Ife observando las ovejas.


-Y en carreta o a pie parece mucho más lejos -le respondió Alika.


Pero un grito de alerta hizo a los 3 dejar de conversar, las ovejas iniciaron a correr aterradas y los caballos, al notar la situación iniciaron a agitarse. La gente empezaba a buscar lugares bajo techo para esconderse, una sombra a lo lejos, camuflaba su verdadera figura reflectante era difícil de vislumbrar, pero ahora que había bajado de altitud era más fácil de notar.


Alka y Abekeku sacaron sus arcos para empezar a disparar contra el Amphiptero, comprendiendo que el objetivo del dragón era las ovejas en torno a ellos, Ife sin embargo no lograba controlar a su caballo lo suficiente para disparar, su caballo ya estaba a medio galope.


El Amphiptero quiso lanzar una llamarada contra los Jinetes que le plantaban cara, pero al alcanzar la distancia para hacerlo una flecha atravesó la membrana alar del Amphiptero y la punzada de dolor le hizo desviar su cuello evitando por poco su llamarada a los jinetes.


Las flechas continuaron, el Amphiptero comprendió que su gran tamaño lo hacía vulnerable, incluso si las flechas no pudieran atravesar su coraza, si los disparos le causaban un desgarre en sus membranas podría tener problemas para continuar volando.


Inicio a batir sus alas para alejarse, en busca de alejarse, y uno de esos potentes aleteos justo frente a Ife y la harían caer tras el golpe del ala contra el caballo.


-¡Ife! -gritaron ambos al unísono obligando a sus monturas a galopar, aunque les tomo un rato retirar a la joven de entre las ovejas que la rodeaban.


-Al'nisa va a matarnos -dijo Alika mientras observaba al curandero de la aldea, Abeeku había entregado su caballo a uno de los aldeanos para que avisara, temiendo.


-¿Realmente crees que una dragona furiosa sea tan compresiva? -preguntó Abeeku a su lado.


B, d, g, j, k, l, p, s, t, y, n, m. A, e, i, o, u


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Las membranas de piel, que conforman la superficie de las alas de los dragones, son uno de los puntos más vulnerables de un dragón, solo sus brazos, dedos, su pteroid y sus sacos aereos alares tienen una verdadera defensa de escamas con cobertura metálica. Aunque algunas partes desarrollan ciertas formaciones de escamas en torno a su actinofibrillas y vasos sanguíneos, estás son delgadas, y la mayoría de la membrana no tiene ni siquiera estás defensas.

Mascota de Dragón... Una Historia de Posibilidades Evolutivas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora