🍎📻┊Cuando Lucifer observó la mirada vacía de Alastor, su silencio inquietante y su comportamiento asustadizo, supo de inmediato que no había venido por voluntad propia.
𓍢ִ໋🌷͙֒ Hazbin Hotel Au Hell.
𓍢ִ໋🌷͙֒ AppleRadio: Lucifer x Alastor
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El sonido de los pasos alejándose por los pasillos del castillo dejaba a Alastor en un silencio profundo, roto solo por el eco de sus propios pensamientos.
Sentado en una silla, aún podía sentir el peso de las cicatrices sobre su piel, más intensas en su mente que en su cuerpo. Sabía que no podía quedarse mucho tiempo solo. Era necesario que mantuviera su fachada, que nadie sospechara la verdad detrás de sus cicatrices, especialmente el príncipe Lucifer.
Unos suaves golpes en la puerta interrumpieron sus pensamientos.
—Alastor, ¿puedo pasar? —Era Lilith, la hermana de Lucifer, quien siempre sabía cuándo algo no andaba bien con él. Su tono estaba lleno de una mezcla de cariño y preocupación.
Alastor enderezó la espalda y limpió los restos de lágrimas de su rostro con la manga de su túnica.
—Sí, claro, adelante.
Lilith entró con su típica energía, aunque más contenida esta vez, como si supiera que el ambiente no estaba para bromas. Cerró la puerta detrás de ella y se acercó con una sonrisa suave, aunque sus ojos reflejaban una preocupación que no podía ocultar. Se arrodilló frente a Alastor, quien apenas podía mirarla a los ojos.
—Estás más callado de lo normal, ¿qué te ha hecho mi hermano esta vez? —preguntó con una media sonrisa, tratando de romper la tensión.
Alastor soltó una risa nerviosa, pero no respondió. Sabía que Lilith tenía un buen corazón y siempre trataba de aliviar su carga, pero no podía decirle lo que había pasado, ni mucho menos lo que ocultaba. No debía involucrarla.
Lilith frunció el ceño y suspiró, colocando una mano en la rodilla de Alastor, de manera tranquilizadora.
—Sé que no me lo contarás, pero deberías saber que puedes confiar en mí. Si hay algo que te preocupe, no estoy aquí solo porque mi hermano te presiona. Lo digo en serio, Alastor.
Alastor levantó la vista brevemente y asintió, sintiéndose agradecido por sus palabras. Lilith era la única persona en todo el castillo con quien podía sentir algo de paz, aunque fuera momentáneo.
—Gracias, Lilith. Lo aprecio mucho... pero... —Hizo una pausa, luchando con las palabras, buscando una excusa que no la involucrara demasiado. —Hay cosas que no puedo compartir, al menos por ahora.
Lilith lo miró en silencio, su rostro suavizándose. Conocía bien ese tono en Alastor, lo había escuchado antes. Sabía que había dolor detrás de sus palabras, pero también entendía que no podía forzarlo.
—Está bien, Al, lo que sea que necesites. Solo recuerda que no estás solo en este castillo. No tienes que cargar con todo esto tú mismo.
Alastor asintió nuevamente, pero en su interior sabía que, por ahora, sí tenía que hacerlo. Si Lucifer, o incluso Lilith, descubrieran toda la verdad sobre su pasado, todo cambiaría. Temía no solo por cómo lo verían, sino también por lo que podrían hacerle si supieran lo que había vivido antes de llegar al castillo.