10

123 18 6
                                    

El bullicio se extendió por el lugar, en medio de la alerta y preguntas referidas a qué era lo que le había sucedido a la señora como para desmayarse tan repentinamente. Se trataba de una mujer reconocida al pertenecer a la casa Tokito, por lo que los rumores rápidamente comenzarían a extenderse del lugar. Finalmente, en los lugares más pequeños, las palabras pasarían de boca en boca hasta que todos pudiesen enterarse del evento.

En cuanto a Muichirō, él permaneció tranquilo, sin prestarle siquiera un detalle de atención a la mujer desmayada. Su mente parecía ocupada en terminar de analizar lo que había sucedido, puesto que, de alguna manera, sabía que fue él mismo quien provocó que eso sucediera.

"¿Técnica de sangre...?"

En el momento en que esa idea llegó a su mente, hubo algo que le sacó de su ensoñación, sintiendo una mirada lo suficientemente cálida como para otorgarle el mismo calor que representaba el tono carmesí que pertenecía a aquellos ojos. Le fue imposible no relajar su propia expresión y cuerpo, una ligereza extraña volviéndose parte de sí.

Le otorgó una sonrisa.

— ¿Sucede algo, Tanjirō?

Tanjirō era una persona amable, cálida y con un buen carácter, por lo que, ante lo pasado, inmediatamente ofreció su ayuda; era demasiado puro como para no preocuparse, incluso si no conocía a la persona y no había estado realmente involucrado con los sucesos. Tan solo su corazón le invitaba a ayudar a cualquiera que lo necesitara.

Tras haber hecho lo posible, ayudando a cargarla y posteriormente entregarla a alguien perteneciente a su casa, alguien más capacitado para tratarla, fue que volvió a su puesto anterior, encontrándose con Muichirō y su mirada perdida en algún punto fijo.

— Nada. Seguro estará bien, será enviada a la casa Tokito después de ser atendida.

— ¿Es así...? Eso es bueno.

Incluso con esas palabras, el más joven no pareció interesado en lo que fuese a suceder con la mujer, tan solo recargando su mejilla en el dorso de su mano, aún algo pensativo respecto a lo que había sucedido. Después de todo, se trataba de alguien que estaba acostumbrado a analizar muchas cosas, en su pasado como un cazador de demonios, debía fiarse de sus habilidades de análisis aparte de la fortaleza física.

El mayor entre los dos ladeó ligeramente su cabeza, dispuesto a decir algo, sin embargo, en ese mismo momento fue que llegaron a dejar sus platos de comida, por lo que se vio interrumpido, sin poder terminar con las palabras que había querido decir. Entonces, negó para sí mismo, resignándose a agradecer por la comida con una suave sonrisa capaz de derretir a cualquiera. Cálida, dulce.

— Tanjirō, yo no...

Jadeo. Ciertamente, Tanjirō había olvidado por completo el hecho de que actualmente Muichirō era incapaz de comer comida humana debido a su condición de demonio. Habían estado ambos tan cómodos que por un momento olvidaron cuál era el principal propósito que les tenía en ese lugar. Un desastre.

— No te preocupes. Yo puedo hacerlo por ti, Muichirō-kun.

— ¿Realmente puedes comer todo esto?

Aunque podría tratarse de un favor, Muichirō no perdió el tiempo de bromear, dándole una mirada casi de reojo y una sonrisa ladina, en un desafío silencioso.

— ¡Por supuesto que puedo! Una vez que vuelvas a ser humano, competiremos.

— La última vez que ofreciste competir en algo, no resultó muy a tu favor.

El menor recordaba aquel día con bastante claridad. No había duda de que le había advertido previamente que sería incapaz de ganarle, con una mirada muy parecida a la que le estaba ofreciendo ahora mismo, sin embargo, Tanjirō fue terco y acabó tal cual como había predecido.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 25 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Cristal eyes [TanMui]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora