ROCKSTAR - WINRINA

Capítulo 8: Un Nuevo Comienzo

El estudio de grabación estaba lleno de energía y creatividad, vibrando con los sonidos de guitarras, risas y el murmullo constante de conversaciones. En una esquina, Winter tocaba su guitarra, afinando las notas de una canción nueva que había estado componiendo. Su voz resonaba en el estudio, suave pero llena de emoción, mientras sus dedos se deslizaban por las cuerdas, creando una melodía que parecía contar una historia propia. A su lado, Taeyeon la observaba con una sonrisa orgullosa, disfrutando del talento de su hermana menor.

—Minjeong-ah, —dijo Taeyeon cuando Winter terminó de cantar, aplaudiendo suavemente. —Esa canción va a ser un éxito. Tienes un don, en serio.

Winter se giró hacia su hermana con una sonrisa tímida, un leve sonrojo coloreando sus mejillas.

—Gracias, unnie. Estoy tratando de capturar todo lo que he sentido estos últimos meses, —respondió Winter, dejando la guitarra a un lado y estirándose un poco.

Mientras tanto, al otro lado del estudio, Yuri estaba concentrada mirando las estadísticas de Amber como rapera. Los números eran impresionantes, pero Yuri sabía que Amber necesitaba un descanso; los conciertos, entrevistas y grabaciones la habían dejado agotada.

Amber, por su parte, estaba sentada en un sillón, con la mente en otra parte. Sus pensamientos giraban en torno a la posibilidad de tomarse un hiatus, un merecido descanso lejos de los escenarios y los reflectores.

—Creo que es hora de un respiro, ¿no crees? —murmuró Amber, más para sí misma que para Yuri. —Todo esto... ha sido mucho.

Antes de que Yuri pudiera responder, las puertas del estudio se abrieron de golpe, y Giselle entró corriendo con una expresión de pura travesura en su rostro. Justo detrás de ella, Krystal la perseguía con una mirada fulminante, claramente enojada.

—¡Aeri Jung! —gritó Krystal, señalándola con un dedo acusador. —Más te vale quedarte quieta, ¡cómo se te ocurre no aprender la parte de batería de la canción! ¡Hemos practicado esto mil veces!

Giselle se detuvo y levantó las manos en señal de rendición, con una sonrisa nerviosa.

—Lo siento, unnie, estaba practicando, pero se me cruzaron otras cosas, —dijo Giselle, haciendo un puchero. —Prometo ponerme al día.

Krystal suspiró, pero antes de que pudiera seguir regañándola, Amber se acercó y le rodeó los hombros con un brazo, dándole un beso en la mejilla. La tensión en el rostro de Krystal se desvaneció un poco al sentir la cercanía de su novia.

—Está bien, Krystal, —intervino Amber suavemente. —Vamos a calmarnos. Todas estamos trabajando duro, y a veces es fácil perderse en los detalles.

Krystal sonrió, apoyando su cabeza en el hombro de Amber, dejando que el enojo se disipara con el calor del momento.

En ese instante, las puertas del estudio se abrieron de nuevo y entraron Karina, Tiffany y Jessica. Jessica y Yuri se miraron brevemente, y fue imposible no notar la chispa de tensión que saltó entre ellas. Las dos habían tenido su historia, un pasado complicado que aún dejaba huellas en cada encuentro, pero ahora, se mantenían a distancia, centradas en sus propias vidas.

Giselle, siempre curiosa, se giró hacia Tiffany, preguntando lo que todas en la sala querían saber.

—¿Dónde está NingNing? No la he visto en todo el día, —preguntó Giselle, tratando de sonar casual.

—Está trabajando, —respondió Tiffany con una sonrisa. —Le tocó ser traductora de lenguaje de señas para niños hoy. Es una maravilla verla trabajar, esos pequeños la adoran.

Giselle sonrió, orgullosa de NingNing, aunque también sintió un pequeño tirón en el pecho. Le gustaba estar cerca de ella, y verla tan dedicada a algo que amaba siempre la conmovía.