Al día siguiente, Jin despertó con el tenue rayo de sol que entraba por la ventana. Había dormido profundamente, algo que no ocurría desde hacía mucho tiempo.
Miró alrededor de la habitación, tan lujosa y ajena, pensó en lo mucho que se tenía que acostumbrar junto a su bebe .
Tocaron la puerta suavemente, y antes de que pudiera responder, Yoongi entró con una sonrisa tranquila.
—Buenos días —saludó en voz baja—. Espero que hayas dormido bien.
Jin asintió, aún sin palabras.
—He preparado algo de desayuno. ¿Te gustaría bajar a comer o prefieres que te lo traiga aquí? —preguntó Yoongi, siempre atento a darle espacio.
—Puedo bajar... —respondió Jin, tratando de ser fuerte, aunque su voz sonaba insegura.
Yoongi asintió y lo guió hacia el comedor.
En la mesa, había un desayuno sencillo pero abundante, frutas frescas, pan tostado, huevos y una taza de té humeante.
Jin observó la comida, y por un momento, su mente se trasladó a los días en los que apenas tenía qué comer, sin más el Alfa interrumpiosus pensamientos.
—No tienes que comer todo si no quieres —dijo Yoongi con una sonrisa cálida, como si leyera los pensamientos de Jin—. Lo importante es que te sientas bien.
Jin se sentó lentamente, tomando un pedazo de pan y observando a Yoongi, que se sentaba frente a él, esperando pacientemente.
Sentía gratitud por el alfa, pero también había un nudo en su estómago que no podía ignorar.
Después de unos veinte minutos de silencio compartido, Jin empezó a relajarse poco a poco.
Yoongi, con su paciencia infinita, lo observaba sin presionarlo, sabía que Jin estaba lidiando con muchas emociones, y forzar una conversación no era lo que él necesitaba en ese momento. Aún así, se atrevió a preguntar algo que rondaba en su mente desde hacía rato.
—Jin... —empezó con suavidad, asegurándose de que no fuera un tema invasivo—. ¿Has pensado en lo que te gustaría hacer de aquí en adelante?
—No lo sé... —dijo después de una pausa, con la mirada perdida—. ¿Qué debería hacer? Mi vida en el bosque era muy sencilla, no tenía las complicaciones que hay aquí. No tengo idea de lo que se espera de mí. Solo sé que tengo esto... —dijo, señalando suavemente su vientre—. Tengo un bebé al que debo cuidar.
—Eso ya es mucho, Jin —dijo Yoongi, su voz suave pero firme—. Estás protegiendo una vida, y eso es lo más importante ahora.
Jin lo miró, agradecido por las palabras de aliento, aunque seguía sintiendo el peso de la responsabilidad sobre sus hombros.
—Jin, por el momento te dejaré solo —dijo Yoongi, levantándose de la mesa con una expresión calmada—. Debo hacer unas consultas a unos pacientes, pero no estaré lejos. Si necesitas algo, solo llámame, ¿de acuerdo?Jin asintió lentamente, mientras el Alfa dejaba un papel en la mesa con el número de este, , aunque su mirada aún reflejaba una mezcla de ansiedad e incertidumbre.
—Gracias... —murmuró Jin, mirando el plato frente a él sin mucha intención de comer más—. Cuídate.
Yoongi le dedicó una sonrisa tranquilizadora antes de salir de la habitación. El silencio que quedó atrás era pesado, pero Jin trató de calmarse.
Decidido a no dejarse llevar por sus temores, Jin se levantó lentamente y salió del comedor, recorriendo los largos pasillos de la casa.
Aunque el lugar le resultaba ajeno, intentó mantenerse tranquilo mientras exploraba cada rincón.
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Omega Salvaje
FanfictionEn un viaje Jungkook y sus amigos tienen un accidente y quedan varados cerca de un bosque, tras buscar ayuda Jungkook encuentra a un Omega pero se da cuenta que es un pobre muchacho salvaje sin ningún conocimiento al mundo exterior, es por eso que s...