Omega Salvaje

Terminar

Yoongi sintió un peso inexplicable en el pecho cuando los labios de Jin rozaron los suyos.

Con suavidad, pero con firmeza, tomó los hombros de Jin y lo alejó apenas lo suficiente para crear un espacio entre ellos.

—Lo siento...—murmuró Yoongi, casi inaudible, antes de apartarse completamente. No esperó una respuesta; antes de que Jin pudiera decir algo, salió rápidamente de la habitación. El sonido de la puerta cerrándose tras de sí resonó en el aire, dejando un silencio incómodo entre ellos.

—Eres un completo idiota, Min —murmuró Yoongi para sí mismo, mientras caminaba apresuradamente por los pasillos, el eco de sus pasos resonando en el silencio.

Yoongi pensaba demasiado, y sabía que no podía permitirse enamorarse de Jin. Las circunstancias no se lo permitían, pronto Jungkook, tendría que casarse, la verdadera razón por la que Yoongi se había ofrecido a cuidar de Jin, sabía que cuando ese matrimonio se concretara, Jungkook tendría que terminar con Jimin, el omega del cual Yoongi había estado enamorado durante tanto tiempo.

Entonces, cuando surgió la oportunidad de cuidar a Jin, Yoongi aceptó, pensando que podría usar esa situación para finalmente recuperar a Jimin. Sabía que Jungkook pronto tendría que alejarse de Jimin debido a su compromiso, y en el fondo, Yoongi lo vio como una oportunidad egoísta.

Yoongi se odiaba por eso, consciente de que sus verdaderas intenciones no eran tan nobles como aparentaban. Había convencido a todos, incluso a sí mismo, de que estaba ayudando a Jin por compasión, pero la verdad era toda una completa mentira.

La tensión entre Yoongi y Jin crecía cada día.

Después de aquel encuentro, Yoongi se volvía cada vez más distante, con una actitud fría que contrastaba con la calidez que solía mostrar. Jin, aunque avergonzado, no podía evitar notar cómo las palabras entre ellos se reducían a lo esencial, como si estuvieran en una guerra silenciosa.

En uno de esos días, Yoongi llevó a Jin al hospital para sus ecografías.

Al llegar al hospital, el ambiente era cálido y acogedor, pero la tensión seguía presente entre ellos. Yoongi trató de mantener una actitud neutral mientras esperaban en la sala. A su lado, Jin jugueteaba nerviosamente con sus manos, evidentemente inquieto.

Cuando finalmente llegó el momento de la ecografía, ambos se sintieron un poco más relajados. La habitación estaba iluminada suavemente, creando un ambiente acogedor que contrastaba con la tensión que había estado entre ellos. Jin, con un gesto nervioso pero decidido, se subió el suéter, mostrando su vientre abultado.

El médico entró, sonriendo mientras preparaba el equipo. A medida que el gel frío tocaba el vientre de Jin, él se estremeció, pero rápidamente se recuperó al ver la pantalla cobrar vida. Las imágenes de su bebé aparecieron, y la emoción iluminó el rostro de Jin.

—¡Mira! Ese pequeño bultito que tienes ahí. es tu bebe —dijo, señalando el doctor— Todo va bien por lo visto, pero veo que tus hormonas estan alteradas.

Jin frunció el ceño, su expresión de alegría se tornó en preocupación.

—¿Es algo serio? —preguntó, su voz temblando levemente.

El médico asintió, pero con una expresión tranquilizadora.

—No, no es nada grave. Es común en embarazos, especialmente en las primeras etapas. Simplemente significa que tu cuerpo está adaptándose y dime Jin has tenido contacto con el padre de tu bebe.

La pregunta sorprendió a Jin.

—Eh... No —respondió Jin, sintiendo una punzada de incomodidad en el pecho.