Capítulo 5El amor de una madre es todo lo que una niña espera de pequeña, y la aprobación de un padre es todo lo que los niños buscan desde temprana edad.
Afortunados los que lo obtienen, y gloriosas las vidas de las que tienen a su madre a su lado.Los niños en Poniente pocas veces disfrutaban de ese tipo de riquezas, y no eran más afortunados los de la realeza, y mucho menos los Targaryen. Quienes tenían un historial de carencias familiares incluso antes de que Aegon conquistara los siete reinos.
Un gran ejemplo, era la familia que había creado el Rey Viserys con su segunda esposa, Alicent HigthTower. Cada uno de sus hijos más desatendido que el otro.
Los Lords y Maestres que habían aconsejado al Rey que se casara con la hija de su mano, se arrepentían de sus ya antiguas propuestas al ver a los hijos que había dejado esa unión. Incluso la mano, y abuelo de ellos, Otto Hightower, lamentaba en el fondo que su desesperación de llevar el apellido de su casa a lo más alto haya salido tan mal.
Incluso en ese entonces, cuando la guerra aún no comenzaba, sabía que sus nietos eran crueles, malos, irracionales, y descarados. Empezando con Vaella, y terminando con Aemond.
En el caso de la Reina, estaba ciega. No podía ver la verdad, incluso estando frente a sus ojos. Creía firmemente que había criado bien a sus hijos, y que sus deslices no tenían mucha relevancia. Solía justificar cada error que cometían con un, "Son solo unos niños".
Lo único que se cuestionaba por las noches, era el abandono que había cometido hacia Vaella, su primogénita, y la que más amaba de todos sus hijos. No le dificultaba admitirlo, y no era difícil de descifrarlo si ponías atención al trato especial que le otorgaba a ella, a diferencia de sus demás pupilos.
De joven se había dejado llevar por dulces palabras que caían sobre su oído cada noche, y dejó que se llevaran a su hija, por un supuesto bien mayor. El solo recuerdo la hacía llorar todas las noches de ese entonces, y sería así hasta el día de su muerte.
Alicient creía que su hija la odiaba, y aunque no estuviera tan lejos de acertar, no era del todo cierto. Vaella le guardaba un rencor impresionante, pero era incapaz de odiarla. El amor que le guardaba a su madre era difícil de ver, pero no imposible. Y era ese pequeño pedazo que aún latía dentro de ella, el que la haría caer de rodillas años más adelante, y la entraría en la locura.
— Pensé que su madre le había impedido volar en Cannibal - se escuchó la voz de Jahara retumbando en las paredes de la cueva.
Vaella caminaba en absoluto silencio, sin mucha prisa, incluso desganada. La princesa se posicionaba al medio, entre su dama y Sir Clenton, quienes en su mano llevaban una antorcha para guiar con luz el camino.
— Lo hizo - afirmó la princesa en un murmuro -, pero se abrió a la posibilidad de que lo hiciera solo si Aemond me hacía compañía.
Y la princesa prefería su compañía que la de la melancolía.
Jahara la miró con tristeza, su dolor era el suyo.
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THE HOUSE ON FIRE / RHAENYRA TARGARYEN
Fanfiction‧₊˚ Entonces estalló la tormenta y los dragones bailaron. ‧₊˚ ~Rhaenyra Targaryen x oc female ¡! ~House of the dragon fanfic, Season 1 and 2