Football ships (chico x chico)

Pau Cubarsí x Lamine Yamal

"There are many things that I would like to say to you, but I don't know how."

***

La FIFA cuenta con 211 federaciones distribuidas en seis confederaciones mundiales.

Estas federaciones agrupan las 220 ligas del fútbol, con una cifra aproximada de 200.000 equipos.

Por último, se estima que el número de jugadores es de 263 millones.

Actualmente, el 26.5% de la población es gay, además de la bisexual, y hay aproximadamente 4 billones de hombres en el mundo.

Lamine sabía todo eso porque una vez tuvo que incluirlo en un trabajo, pero esa no era la cuestión.
La cuestión era la siguiente:

Sabiendo todos esos datos, le parecía muy, muy, MUY raro que solo 16 futbolistas se hubieran declarado homo o bisexuales en toda la historia.

No era ni siquiera una sospecha, estaba seguro de que muchísimos más jugadores de los que lo admitían se sentían atraídos por otros hombres.

Pero eso no era de su incumbencia. En realidad, solo le interesaba el caso de un jugador. Pau. En serio, ya no sabía qué más hacer para descubrir su orientación sin ser demasiado directo.

Llevaban conociéndose desde que eran niños, y Lamine no recordaba que Pau le hubiera mencionado nunca a ninguna chica.

Eso era un punto a su favor. Pero no estaba muy seguro de nada, a menudo los gustos de los jóvenes cambian durante la adolescencia.

Una vez, Yamal trató de preguntar a su compañero si estaba interesado románticamente en alguien, y lo hizo de la siguiente forma:

—Hey, Pau.

—¿Sí? —murmuró algo distraído el mayor, estaba consultando algo en el teléfono—.

—¿Puedo hacerte una pregunta?

—Claro, adelante —dejó su móvil a un lado y centró la vista en él—.

—Esto... ¿Estás interesado en alguien actualmente? Ya sabes..., ¿tienes pareja?

Cubarsí pareció un poco sorprendido ante tal pregunta.

—Sabes que estoy soltero, ¿a qué viene esto?

—Sí, tienes razón. Bueno, pero... —carraspeó, en un pobre intento de sonar casual— ¿te gusta alguien?

—Oye, ¿adónde quieres llegar con esto, exactamente?

Los nervios invadieron de repente al de Mataró en el preciso instante en el que los ojos de su amigo recorrieron su rostro, analizándolo.

—¿Eh? No, no, a ninguna parte... S-Solo tengo curiosidad.

Realmente esperó que Pau no se hubiera dado cuenta del temblor de su voz, de lo contrario, la situación se volvería muy...

—Oye, ¿estás bien? Te noto algo nervioso... —seguía mirándolo de esa forma, como si pudiera ver lo que había en su interior—.

...Incómoda. El pobre Lamine se sobresaltó.

—¿Nervioso, yo? ¡No, qué va! —soltó una risita nerviosa, puede que estuviera empezando a sudar—. ¿Sabes? Acabo de acordarme de algo. Tengo que llamar a mi madre. ¡Nos vemos luego!

Acto seguido, salió corriendo de allí. Literalmente.

***

Ya estaba planeando como volvería a intentar averiguar la orientación de Pau cuando esto pasó.