Football ships (chico x chico)

João Félix x Pablo Gavi

"Seriously, I don't know what the hell is wrong with me when I see you."

***

Antes de fichar por el Barça, João Félix nunca se había cuestionado absolutamente nada sobre su sexualidad.

Sobretodo, porque todo su entorno daba algo por hecho: que era heterosexual. Siendo sincero, él también lo suponía.

Pero todo eso cambió cuando puso un pie en Barcelona. Cuando conoció a sus nuevos compañeros. Cuando lo conoció a él.

Se sentía terriblemente tonto al no poder identificar lo que le pasaba. Pablo Gavi era probablemente el chico más agresivo y testarudo del equipo, pero tenía algo que lo atraía demasiado.

"Pero no de esa forma..., claro."

***

Ya llevaba un mes con el Barça, sus compañeros lo habían recibido con los brazos abiertos y estaba casi completamente integrado.

Ese día debían entrenar. João llegó a la ciudad deportiva bastante temprano, como de costumbre. Prefería no arriesgarse a llegar tarde y llamar la atención.

Ya se había preparado cuando sus compañeros empezaron a llegar. Fermín López, un chico muy agradable a su parecer, le saludó con la misma gran sonrisa de siempre.

—¡Pero bueno, João! ¿Qué haces aquí tan temprano?

El portugués se encogió de hombros.

—No quiero que me... ¿cómo se dice? Ah, sí. Que me castiguen.

Debía empezar a tomarse más en serio sus clases de español.

Ese pensamiento tan irrelevante se esfumó tan rápido como había aparecido. Gavi acababa de entrar en el vestuario.

El sevillano sonreía a todos sus compañeros, los saludaba con un apretón de manos o con un rápido abrazo.

João estaba completamente quieto, Fermín ya se había acercado a saludar a su mejor amigo.

"¿Va a saludarme a mí también?"

Fue como si lo hubiera dicho en voz alta. Pablo se fijó en el después de haber saludado al resto.

Le sonrió. Y João sintió una sensación muy extraña en el pecho. Como si alguien le estuviera apretujando el corazón.

Gavi se acercó y el corazón del portugués dio un salto. Luego se aceleró.

"¿Qué mierda me pasa?"

***

Habían pasado un par de semanas más, Gavi y João se habían vuelto bastante cercanos.

Estaban apunto de ganar un partido de liga. El marcador mostraba un 3-0 a su favor y solo quedaban dos minutos para que el árbitro pitara.

Cuando por fin lo hizo, la afición culé empezó a cantar, los jugadores a abrazarse entre ellos.

—¡Buen partido, tío! —exclamó Gavi cuando se acercó a abrazar a João—.

El portugués sonrió y lo abrazó también, poniéndole la mano en la espalda.

—Gracias, lo mismo digo.

Se separaron y Pablo le sonrió de nuevo antes de marcharse.

***

Ninguno sabía cómo habían llegado hasta allí. Pero allí estaban. En una discoteca, ebrios y acalorados.

Algunos jugadores bailaban acompañados en la pista, otros estaban reunidos en un rincón cerca de la barra jugando a distintos juegos.