Pedri González x Pablo Gavi

813 28 3
                                    

"I wish that it could be like that, why can't we be like that? 'Cause I'm yours, I'm yours..."

***

Oye, Gavi.

Pablo se volvió inmediatamente hacia esa conocida voz.

¿Sí?

—¿Puedo hablar contigo? —el canario miró hacia un lado e hizo un gesto hacia nuestros compañeros—. A solas.

Claro, vamos.

Ambos se alejaron del campo de entrenamiento, adentrándose en los túneles. Vieron un pasillo vacío y se detuvieron.

¿Qué pasa? —preguntó Gavi, tratando de sonar casual—.

Estaba desesperado hasta en sueños.

Esto... —Pedri se rascó la nuca, aparentemente nervioso—. Tengo que confesarte algo.

¿De qué se trata? —quiso saber el menor—.

Se trata de... Eh... De nosotros.

"Nosotros.", repitió varias veces Pablo en su cabeza.

Es que... Verás... —continuó el mayor—.

Pedri, ¿estás bien? —lo interrumpió el otro—.

Sí, sí. Pero si no te digo esto ya, voy a volverme loco.

A Gavi le entraron ganas de morderse las uñas, la ansiedad lo carcomía por dentro.

Bueno, te escucho.

El canario asintió con la cabeza y respiró profundamente. Después, dijo:

Vale. Pablo...

¿Sí...?

Estoy e...

Justo entonces, sonó la alarma.

***

Gavi se levantó de muy mal humor aquel día.

Enamorarse de tu mejor amigo era, según él, una auténtica mierda.

Una mierda a la que tenía que enfrentarse cada vez que estaba cerca de Pedri, que solía ser cada maldito día.

Empezaba a acostumbrarse al hecho de que nunca lo vería como nada más que un amigo cuando empezó a notar conductas extrañas por parte del mayor.

Creía estar seguro de que Pedri era más atento y cariñoso de lo normal.

Su lógica le decía que solo eran invenciones suyas, que estaba empezando a confundir sus sueños con la realidad y que Pedri era así con todo el mundo.

Pero una pequeña parte de él, probablemente una de lo más ilusa, le decía que el canario también sentía algo por él.

***

El día siguiente, el Barça debería viajar al País Vasco para disputar su segundo partido de liga.

Gavi jugaba a la Play en el sofá de su salón, Pedri miraba el teléfono a su lado. Ese era un plan bastante frecuente para ellos.

—Oye —dijo el moreno—.

—¿Sí? —preguntó distraído el castaño—.

—¿Has preparado ya tu maleta? —dejó su móvil a un lado y lo miró—.

Football ships (chico x chico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora