Completo caos

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Al día siguiente me desperté sintiéndome un poco desorientado, el sol apenas entraba por la ventana y me moví con cuidado para no despertar a Kevin. Lo primero que pasó por mi mente fue lo de anoche... Ashley. La foto. Todo el caos que se había generado. Sentía un nudo en el estómago solo de pensarlo.

Me levanté de la cama en silencio, tratando de no hacer ruido. Sabía que tarde o temprano esa foto iba a causar problemas. Mi mente estaba a mil por hora, y ni siquiera había pensado en lo que iba a hacer al respecto. Solo quería salir de la habitación y tomar un respiro.

Mientras caminaba por el pasillo del hotel, todavía con la pijama de zorro enorme que Kevin me prestó, me crucé con algunos compañeros. Todo parecía normal hasta que un amigo de Kevin, un chico llamado Martín, me interceptó. No esperaba tener que hablar con alguien tan pronto, y mucho menos de lo que estaba a punto de escuchar.

"¡Eh, Foxy!" me llamó, usando el apodo que se había vuelto tan común entre los que me conocían. Giré hacia él, un poco incómodo, pero tratando de parecer casual.

"¿Sí?" respondí, esperando que no mencionara nada raro.

Me miró con una sonrisa burlona, una de esas que ya te advierten que lo que viene no va a ser nada bueno. "Vi la foto que Ashley subió ayer. Tú y Kevin, abrazados en la cama... ¿Son novios o qué?"

Mi cuerpo entero se tensó. El calor subió a mis mejillas, y sentí cómo el corazón me latía fuerte. No esperaba que alguien me preguntara eso, y mucho menos de forma tan directa.

"No, no... nada de eso," tartamudeé, sintiendo que me estaba poniendo más nervioso de lo que quería admitir. "Solo fue... un malentendido. La cama estaba mojada y no tenía dónde dormir. Nada más."

Martín me observó, como si no creyera del todo mi explicación. "Claro, claro. Pero, hombre, parecía otra cosa. Digo, la foto se ve bastante... íntima."

Las palabras me golpearon fuerte. No podía evitar pensar en cómo esto iba a afectar las cosas con Kevin, o lo que otros pudieran pensar de nosotros. Y lo peor era que ni siquiera sabía cómo Kevin lo tomaría cuando se enterara de todo.

"Te lo juro, no es lo que parece," insistí, aunque ni yo mismo estaba seguro de si mi voz sonaba convincente. Martín solo me lanzó una última mirada antes de encogerse de hombros y seguir su camino, dejándome ahí en medio del pasillo, sintiéndome más vulnerable que nunca.

Volví a la habitación, pero mi mente no dejaba de dar vueltas. ¿Qué iba a hacer ahora? Estaba atrapado en algo que no sabía manejar. La foto, los rumores, mis sentimientos por Kevin... todo era un caos. Y lo peor era que ni siquiera podía hablar de esto con Samy o Axen. No sabían nada sobre lo que sentía por Kevin. Ni siquiera estaba seguro de que Kevin lo supiera.

Suspiré, apoyándome contra la pared, tratando de calmarme. Pero sabía que ese día no iba a ser fácil.

ASHLEY 

Estaba sentada en mi cama, con el teléfono en mano, observando la foto que acababa de tomar la noche anterior. Alexis y Kevin abrazados, durmiendo tan cómodamente como si fueran... algo más que amigos. Una sonrisa de satisfacción se dibujó en mi rostro mientras preparaba la publicación. No podía creer la suerte que había tenido al capturar ese momento. Iba a ser perfecto.

"Que todos vean lo que realmente es este tipo," murmuré para mí misma mientras escribía el título de la foto. "La verdad siempre sale a la luz."

La foto se subió en cuestión de segundos, y ya comenzaba a recibir notificaciones de gente que la veía. Perfecto. Este era solo el primer paso. Había estado acumulando demasiada ira desde que Rex rompió conmigo por culpa de ese entrometido. Tenía que hacer algo más. Algo grande. Algo que no solo avergonzara a Alexis, sino que lo sacara del camino para siempre. Y sabía que Ethan me ayudaría.

Tomé el teléfono y marqué su número, mordiéndome el labio con una mezcla de nervios y emoción. Después de un par de tonos, escuché su voz al otro lado de la línea.

"¿Qué quieres, Ashley?" preguntó Ethan, con ese tono medio burlón que siempre usaba.

"Necesito que me ayudes con algo," dije, directa. No había tiempo para rodeos. "Ya subí la foto de anoche, pero eso no es suficiente. Necesitamos un plan más grande. Algo que lo expulse de la escuela."

Hubo un breve silencio del otro lado, como si Ethan estuviera procesando lo que acababa de decir. Sabía que él no soportaba a Alexis tanto como yo, así que no me preocupaba su reacción. Finalmente, escuché un suspiro.

"¿Expulsarlo? ¿Y cómo piensas hacer eso?" preguntó, su voz un poco más interesada ahora.

Sonreí y me acomodé en la cama, cruzando las piernas mientras hablaba. "Lo que necesitamos es una trampa perfecta. Algo que lo haga ver como el chico problemático que es. Ya tenemos la foto, y si la gente comienza a hablar, será cuestión de tiempo antes de que la escuela se fije en él. Pero necesitamos ir más allá."

"¿Qué tienes en mente?" preguntó Ethan, con un tono mucho más conspirador ahora. Sabía que lo tenía en la palma de mi mano.

"Algo que lo haga quedar mal delante de todos. Lo suficiente para que los profesores no tengan otra opción que echarlo. Solo necesitamos que cometa un error... o que parezca que lo hizo." Mi mente comenzaba a trazar ideas, pero aún no tenía el plan completamente armado. "Podemos plantar algo en su mochila, o hacer que parezca que causó algún problema grave. Tú podrías ser testigo, y yo también."

Ethan soltó una risa oscura. "¿Y qué tal si lo acusamos de robar algo importante? O podríamos decir que está trayendo cosas prohibidas al hotel. Ya sabes que Alexis tiene esa imagen de chico 'perfecto'. Una buena mentira, bien colocada, y eso se derrumba rápido."

Mis ojos brillaron con emoción. Era la idea perfecta. Un rumor lo suficientemente sucio y peligroso como para que la escuela no pudiera ignorarlo. Además, con la situación de la foto, ya teníamos el terreno preparado.

"Me encanta. Pero tenemos que ser cuidadosos," advertí, aunque por dentro no podía contener la emoción. "Si hacemos esto bien, Alexis estará fuera de nuestras vidas para siempre."

"Lo haremos bien," aseguró Ethan. "Déjamelo a mí. Nos vemos en unos minutos, planeamos los detalles."

Colgué el teléfono y me tumbé en la cama, mirando el techo con una sonrisa satisfecha. Esta vez, Alexis no iba a salirse con la suya. Y cuando todo terminara, Rex se daría cuenta de que la verdadera culpable de su ruptura no era yo, sino el estúpido chico que había arruinado todo.

Sería cuestión de tiempo.

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⏰ Última actualización: Oct 05 ⏰

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