No Body, No Crime

Capitulo 9

Tal como lo había planeado en mi mente, había salido de compras por Sephora y no pude evitar comprar todos los productos de la marca de Scarlett, a lo mejor son realmente buenos y mejoran bastante mi piel. Comenzaré a utilizarlos cuando regrese a casa, probablemente.

No faltaba más que medio dia para ir al aeropuerto con todas mis maletas y volver a mi casa en LA.

Me encontraba saboreando un poco de vino blanco, en una de mis copas favoritas de este apartamento, sentada sobre la alfombra terciopelada blanca, suavecita como una nube. En la televisión sonaba The Moment I Knew de Taylor Swift, raramente combinaba con el ambiente que había esta mañana, aquí, y no soy consciente del por qué.

El timbre suena desconcentrándome de las fotos que miraba en mi celular, salgo de la aplicación, dejo mi teléfono en el suelo y me levanto yendo hacia la puerta. Hoy no he ordenado comida, no tenía planeado comer hasta estar en el aeropuerto.

Abro la puerta despreocupada, y me encuentro con unos ojos chispeantes y celestes frente a mí. Una mujer rubia de 1,60 cm estaba parada con una bolsa en su mano y me miraba impaciente.

―¿Scarlett? ―murmuro a la ligera.

―Eh... no, yo soy Melissa, la gemela de Scarlett, ¿aquí vive Chistopher Nolan? ―dice a destajo riéndose de mí. ―Pensé que este era su piso...

―Lo siento― me rio de mi propia estupidez. ―¿Qué haces aquí? Pensé que trabajabas por las mañanas...

―Oh sí, me escapé, dejé a mi asistente en mi lugar, no te preocupes. ¿Me vas a invitar a pasar? ―dice con ojos cariñosos y me aparto. Entra, cierro la puerta y camino hacia donde estaba hace un minuto.

―Wow, bello apartamento... Es precioso... ¿dolió mucho?

―Cómo no tienes idea, pero tengo una hermosa vista― no miento al decirlo. Camina unos segundos por el lugar y se sienta a mi lado en la alfombra. Sirvo un poco más de vino y se lo ofrezco, no dice nada, pero lo acepta rápidamente.

―¿Qué estabas haciendo? ¿Algo super importante de la nueva película o estabas hablando con Robbie? ―indaga animada. Una sonrisa tonta se dibuja en mi rostro.

―Estaba bobeando en mi celular.

―¿Ah si? ¿Veías a alguien ahí? ―alza sus cejas de manera sensual. ―Muéstrame, quiero ver que hacías... ―. Mis mejillas se tornan rojas.

―No estaba viendo a nadie, Scarlett. Qué demonios dices...―disimulo riéndome. Ella niega y toma un poco de vino. ―Solo estaba jugando... ―gira sus ojos. ―No me dijiste qué haces aquí.

―¿Por qué debo decírtelo? ¿No puedo simplemente aparecer aquí y beber vino contigo? ¿Eres una celebridad acaso y debo sacar cita?

―Por supuesto que debes hacerlo, mi agenda está llena, ni que fueras Scarlett Johansson―respondo fingiendo seriedad en mis palabras. Asiente con sarcasmo.

―Claro, claro, lo lamento.... ―se disculpa falsamente. ―Puedo hacer lo que quiera, no pretendas no saberlo, cariño― dice con aires de grandeza. Equivocada no está. ―Elegí venir a traerte un regalo y despedirme de ti, como corresponde.

Mi ceño se frunce y estoy bastante confundida. Ella me entrega la bolsa y miro rápidamente lo que hay dentro. Está envuelto en papel de regalo, le doy una mirada fugaz antes de romperlo y...

Un libro. Me regaló un libro.

¡Amo los libros!

Con sorpresa y alegría en mis ojos, le doy una mirada de agradecimiento.

―Gracias...―susurro entrecortadamente. ―Yo... me gustan los libros, ¿Cómo lo sabias? Ni siquiera las gemelas creen que yo pueda leerme un libro entero, y eso duele.