Mi Familia (Takano & Ritsu) SH - ¡Abandonado!

Capitulo 4 - Cambios de humor

«Takano»

—Onodera ¿Ya te sientes mejor?

—Si un poco.

Después del desmayo de Onodera lo lleve a la habitación y lo recosté mientras yo esperaba a que se recuperara y despertara lo que no tardo mucho.

—Takano-san llegaremos tarde.

—No, llegare tarde, tú te quedas.

—Pero....

—Acaso piensa mi subordinado ignorar mis órdenes....

— ¡No estamos en el trabajo!....

—Ah... así que no pieza acatar mis órdenes ¿es eso?

— ¡Eso es abuso de poder, Takano-san!...

—Onodera... —Le abrase antes de que se intentara levantar si quiera. —Quédate... no estaría tranquilo si supiera que te estás sobre esforzando en el trabajo... así que quédate...

—Takano-san... —Menciono mi nombre sonrojándose hasta las orejas.

—Claro que cuando estés mejor trabajaras al triple por tus faltas, así que prepárate mentalmente para ello.

Onodera puso mala cara frunciendo el seño y gimiendo del enojo.

—Como pensaba, mejor voy al trabajo. —Decía totalmente enojado.

Solo estoy tratando de mejorar la situación de alguna manera. Estoy muy preocupado por él. Pero no puedo mostrarle este lado de mí ahora. Ya que no quiero agobiarlo más de lo necesario. Incluso si es de esta manera, yo hare lo necesario para que Onodera no tenga que preocuparse de mas. Solo deseo que el este bien, y más ahora que está a mi lado...

Al principio me costó un poco de trabajo hacer que Onodera aceptara quedarse, pero se ha quedado afortunadamente. Solo me queda terminar el trabajo y tomarme el tiempo de llevarle a un hospital. Salí del departamento directo a la editorial, hice acto de presencia tomando todo lo necesario para ir a casa de sensei para terminar con esto cuando antes. Por supuesto sensei se molesto mucho pero puse el pretexto de la fecha límite lo que hizo que sensei no le diera más de otra que acceder. Cuando por fin terminamos el trabajo antes de las 5:00 pm. Solo agradecí por su arduo trabajo a Sensei y me fui a la editorial a entregar el manuscrito pedir el día libre para mañana y salir directo a casa para ir a ver a Onodera. Al llegar subo lo más rápido posible y al entrar miro detenidamente la sala y la cocina.

— ¿Onodera? —Le llamo.

—Pensé que no vendrías. —Dijo molesto mientras salía de la habitación aun con la piyama puesta cruzándose de manos cuando se postra frente mío.

— ¿Eh?... —No sabía que decir ante esto. Onodera todavía estaba molesto por lo de esta mañana.

El castaño al no escuchar una respuesta se dio media vuelta y comenzó a caminar.

— ¿A dónde vas? —Le pregunte exaltado.

—Al baño, o ¿A caso no puedo ir? —Dijo molesto y usando sarcasmo.

Efectivamente entro al baño cerrando tras de sí con el pestillo.

—Onodera. ¿Qué pasa?

—Nada déjame en paz. —Dijo desde el interior.

Sabía que no conseguiría nada seguir discutiendo con una puerta entre nosotros y también aun que intentara persuadirlo de salir causaría que este se quedara ahí. Así que le espere recargado en frente de la puerta pero el castaño no tardo mucho en salir esquivándome ágilmente y entrando a la habitación aventando la puerta intentando dar un portazo, pero antes de siquiera hacerlo le detuve la puerta antes del impacto. Onodera se subió a la cama acostándose e ignorando mi presencia por completo.