¿Puedes Sonreír?

¿Puedes tener pensamientos?

Y si, era verdad que tenía mucho que decirle a Rosie.

Sin embargo, al estar frente a ella avergonzado porque sus poderes fallaron a mitad de camino y quedo bastante agotado hacía que Alastor no quisiese hablar ante la mirada preocupada de su amiga quien afortunadamente lo encontró antes que cualquiera dentro de su emporio.o

Aún así, era humillante para Alastor. ¿Podía tener ese tipo de pensamientos?

─Muy bien, Alastor...debe haber una buena razón para que vengas luego de haberte recién curado de una herida angelical sin tener cuidado.─Regañó Rosie, quien sabía que tocando los botones correctos, Alastor hablaría eventualmente... Pero por ahora solo podía mantelo resguardado en su posada para asegurarse que la herida estuviera bien sellada.

Habían solo dos personas en el infierno que podían ver a Alastor vulnerable, las cuales eran Rosie y aparentemente Lucifer.

Y no estaba contento por este último.

Alastor aplanó sus orejas hacia su cráneo sin querer responder mientras la estática de radio aumentaba. La verdad es que necesitaba un consejo urgentemente de su amiga y ligero consuelo en sus brazos...solo que ahora parecía más humillante si lo decía en voz alta.

─¿Puedo quedarme aquí?─Decidió preguntar evadiendo la pregunta sin mirar a la mujer frente a el. Rosie cambió su mirada molesta para pasar a una preocupada.

─Sabes que no te negare la estadía en mi hogar, Alastor. Pero, ¿Puedo saber lo que te hizo huir del hotel recién sanado?

─No estoy huyendo.─Quisó aclarar aunque su tono carecia de la seguridad que lo caracterizaba.─Digamos...que no quiero que me vean tan vulnerable.

─Es por Lucifer, ¿Verdad?

Alastor se sobresalto ante la respuesta correcta de su amiga, lo que lo hizo mirarla nuevamente. Rosie siempre había sido tan experta en esos temas y lo conocía mejor que nadie, era como una madre para el, aunque no lo admitiría en voz alta. Además que Rosie estaba al tanto de su situación...

¿Era de verdad por Lucifer? Es cierto que su relación con el era más cercana que lo que el resto de pecadores pensaba. Más de lo que incluso la propia Charlie pensaba. Aunque ocultar ese hecho nunca había sido un problema y actualmente tampoco lo era, lo bueno es que Lucifer le seguía la corriente y viceversa para que nadie supiera lo que pasaba a puertas cerradas entre ambos. Muy, pero un muy reducido número de personas conocían esa especie de interacción entre el Rey del Infierno y el Demonio de la Radio.

El demonio de la radio no """podía""" pensar de esa forma así que fue una etapa dura de auto-aceptación.

Y Rosie estaba incluida en ese círculo reducido al ser la confidente de Alastor.

Para la mujer, no era complicado suponer que la situación Lucifer era quizás, la ecuación más complicada con la que Alastor había lidiado y no de forma peligrosa, sino el ámbito sentimental en el cual Alastor apenas tenia conocimiento. Todo había comenzando hacia más o menos siete años, incluso menos, cuando el Lucifer y Alastor se habían conocido. Obviamente Alastor ya conocía a Lucifer por lo que se decía de el, pues era el Diablo, ¿Quién no lo iba a conocer? Por el lado del Ángel Caído, supo que Alastor había ganado mucha fama por eliminar a varios overlords que rigieron gran parte del anillo del orgullo por siglos...y después de una reunión que tuvo con los overlords la cual era anual en ese entonces, se conocieron allí.