Alastor es el enigmático demonio de la radio que sufrió una herida angelical por parte del líder de los exterminadores, Lucifer es solo el Diablo quien porque su hija le pidió, fue a sanarlo.
O eso es lo que todos creen.
Pero Lucifer y Alastor se co...
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Y si, en realidad fue una noche más larga normal. Husk se había ido a acostar hacia un rato y el se había quedado en la barra ahogándose en alcohol a pesar de que tenía buena resistencia.
Su hija había llegado hacia un rato y le dio un beso antes de irse a dormir, así que podría decirse que estaba solo.
Lucifer se había arrecostado en el mesón del bar mirando la última botella que se había tomado, si, hacia varias horas que había abandonado la copa y había elegido beber directamente de la botella. Un aire de nostalgia lo salpicó completamente sintiéndose más solo de lo normal.
Por lo general ya no estaba tan solo. Por más extraño que era la idea del hotel, debía admitir que era bastante refrescante el ambiente dentro de ese lugar. Le había podido tener un cariño genuino a los pecadores a los cuales consideraba bastante horribles y vió era que eran mucho más complejos de los que creía.
Los estaba etiquetando, justo como a el lo hacían en la tierra, lo que lo hacía sentir algo hipócrita, pero tenia sus razones debido a que se le había castigado de ver el lado más terrible de la humanidad.
Pero aun así, fue bendecido con su hija, la cual era supuestamente el anticristo, pero aun así era una de las almas más buenas que podían existir en el infierno y incluso el propio cielo. A Lucifer se le hacia divertido que a pesar de que el cielo estuvo sumamente desacuerdo ante él nacimiento de su hija, resultó siendo irónico que Charlotte Morningstar fuera todo lo contrario a la maldad.
Lucifer volvería a caer mil veces solo para poder escuchar la risa de su hija.
Charlie era una de sus principales razones para existir, y ahora que había arreglado su relación de una forma intermedia, eso lo hacía sentir más feliz debido a que su relación cada día se fortalecía.
Aun así...ella había crecido. Tenía su propia vida y Lucifer se cambiaría el nombre si no se casaba con Vaghata. Por lo cual, luego de haber criado y instruido a Charlie junto a Lilith durante casi dos siglos, y ser abandonado por su esposa, podría suponer que se quedaría solo.
Pero había una pequeña excepción, aquella excepción que le quitaba el sueño y lo hacía cuestionarse si estaba enamorado durante hacía más de siete años.
─Quizás es el alcohol...─Murmuró para si mismo, sin creérselo del todo debido a que venía diciéndoselo a si mismo desde hace un largo tiempo.
Pero preferiste creer eso porque no sabía con exactitud los sentimientos del contrario. Alastor siempre fue un enigma...y no se cansaría de decir que su llegada a su vida lo cambió de la depresión qué lo había estado consumiendo. Alastor lo sacó de aquel hoyo quejumbroso de su mente y le hizo dar un nuevo significado a su vida al punto de despertarse con casi un optimismo similar al de su hija. Alastor le hizo mantener un orden a las cosas y a saber que el como soberano cuenta con muchas virtudes, que a pesar de ser un fracaso para el cielo, el controla un reino completo lleno de seres despreciables y de los cuales no deben pasarse de listos con el porque el era el ser más poderoso de ese lugar. Le recordó su posición en su jerarquía y le hizo saber que no era solo un pedazo de basura.
