Altaner

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Abril 16

Dia lluvioso en la ciudad de Barcelott, capital del reino de Asturino, uno de los reinos más poblados en el mundo, que cuenta con dieciocho regiones, extensos mares con criaturas desconocidas, y paisajes que contemplan cada suceso dentro del reino, hogar de la primogénita Altaner, Fayve, hija del comerciante de piedras preciosas y dueño de empresas mineras a lo largo de casi todas las regiones, con un apellido poderoso; decidió no vivir oculta como su madre y hermana con el legado del don de ilusionismo, siendo así conocida en los pueblos por pretender ser una pueblerina ordinaria intentando que sus finos ropajes se vieran baratos, para evitar prejuicios, aunque de lejos se viera su falda de lino y su enagua de seda, un alma libre que no ha de seguir estigmas comentaban los pueblerinos.

- Señorita Altaner, por favor permítame ofrecerle mi paraguas, no moje su cobriza cabellera

Interrumpe una gruesa pero amable voz la caminata de la joven, misma que le responde cortésmente...

- Señor August no se preocupe, me encanta disfrutar las lágrimas de la naturaleza recorrer mi cara, me hacen sentir que realmente estoy viva, no tiene por qué tratarme con tanta elegancia, me gusta pensar que soy corriente, tal y como aquellos que admiro.

después de quitarse ese peso del alma que se debía a un nuevo hombre viejo y millonario con el cual su padre quería casarla, ya era la tercera vez que su progenitor llevaba propuestas de compromiso en la semana; cruzaron sonrisas y Fayve siguió su recorrido a encontrarse con la razón de cada rechazo a sus pretendientes, de piel tostada, cabello oscuro y lacio que contrastaba perfectamente con la luz que irradiaba Fayve, camino hasta una pradera no tan alejada del centro del vulgo, ahí la esperaba el unico arbol en la cima de la colina, sus mocasines de cuero se mojaban por el rocío que descansaba en el pasto, y levantaba sus faldas con la punta de sus dedos, llegó a posarse bajo el roble y grandes manos envolvieron a la chica de cabellera ámbar bajo el roble que con sus hojas tapaba la sombra del sol amaneciente, se encontraba perdida ante la mirada de su amante, tenían poco tiempo, y ya era una rutina, hablarían de la tarde del día anterior se mirarían sinceramente a los ojos, y después harían como que nada de eso pasó, por más que sus corazones no quieran lo mismo. la joven suspiro, pues se encontraba atormentada por cada uno de esos hombres que deseaban morbosamente su cuerpo.

-Daría todo por poder hacer real este limerente deseo que es causado por tus castaños ojos-. exclama la joven Altaner con desasosiego y angustia.

-Si no nos dejan ser felices aquí...-. hizo una pausa y Fayve ya se esperaba lo que su oculto y prohibido amor diría pues lo repetía a diario y nunca se había atrevido a darle una respuesta.

-...busquemos un lugar donde podamos serlo, se que suena como si hubiera perdido la cordura, pero te juro por mi amor eterno hacia tu persona que no ha muerto mi sensatez, no por ahora.

Claramente esto era una locura, Fayve lo tenía todo, dinero, fama, reputación, una hacienda llena de lujos y jardines que contemplar hasta la muerte y siempre vería una flor nueva, por que dejaría todas sus comodidades solo por alguien que no podía darle ni la mitad de esas

-Si-. dijo sin pensar mucho en todo aquello que perdería solo por amor

-¿S-si?-. murmuró algo incrédula la velada amante

-Si Neville, de tantos hombres que me desean me enamore de la mujer más hermosa que mis ojos han visto, pero que no se me permite amar como mi corazón quisiera, no desperdiciare este hermoso sentimiento, quiero irme lejos, pero contigo para siempre, lejos de todo lo que tengo que aparentar, lo he pensado, y ya no quiero seguir viviendo esta mentira, no soy feliz así, mi cuerpo está angustiado y ya estoy harta de esas náuseas que tapó con sonrisas cada vez que un nuevo pretendiente deseoso de mi juventud me mira como algo que puede comprar, Neville, no soy eso, merezco yo también desear, merezco elegir a quién besar, y a quién mirar y amar y yo te elegí a ti hace mucho tiempo, ya no quiero esconder mi amor- expresó con llanto mientras su enamorada la sostenía con fuerza entre sus brazos, otorgándole contención.

Ambas pensaban que verosímil era que tengan un futuro incierto, como lo harían, sin nadie más que ellas, almas jóvenes inexpertas, Fayve siempre tuvo todo lo que deseo nunca careció de prendas ni de dinero a diferencia de Neville quien se tuvo que ganar todo lo que tenía en base a actos enjuiciados por la monarquía.

Acuerdo Arcano-Las tres guerras de AsturinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora