«Supongo que podemos hacer el intento».
Hannie se remojaba la cara por enésima vez, tratando de controlar el ataque de ira. ¿En qué momento había sido tan iluso para creer en las palabras de ese hombre?
Las cinco semanas siguientes fueron lo más parecido a una tercera guerra mundial, que tuvo que enfrentar. Era imposible. Nada de lo que hacía le parecía. Debía poner objeciones a cada ejercicio por más fácil que fuera. Era un calvario.
—¿Se puede saber qué te sucede?
—No sé a lo que te refieres —esgrimió en tono despreocupado mientras terminaba la sesión de abdominales.
—¿Disfrutas desafiándome?
—Vamos, soy tu ídolo, ¡deberías intentar complacerme!
—Justamente porque soy tu fan pongo mi máximo esfuerzo para que el ser que admiro no se transforme en un donnadie.
—Yo nunca seré un donnadie.
—Estás seguro de eso? Sigue comportándote del mismo modo y jamás volverás a una competición.
—Me prometiste que volvería a estar en la cima.
—¡Entonces ayúdame! ¿Qué tienes que perder? Sigue el plan y deja de salir de noche. Te lo he pedido un millón de veces.
—¿Qué hay de malo en beber un trago con un amigo? Ni siquiera he estado con una chica. Soy tan célibe que sería capaz de vivir en un convento.
—Deja de blasfemar. Tú ni siquiera podrías pisar un convento.
—Eso es porque sabes que desataría la lujuria en esas lindas monjitas. —Los comentarios a veces eran tan graciosos que Jeonghan pasaba de estar enfadado a reír a carcajadas—. Bueno, al menos piensas que soy chistoso, no un bueno para nada.
—¿De qué hablas? Jamás has sido un inútil. Nadie te ha ayudado a estar donde estás, y eso es muy valorable.
Cheol enmudeció por un instante, y eran segundos en donde Jeonghan veía pequeños retazos de honestidad.
—¿Por qué eres así?
—¿Cómo?
—Tratas de buscar lo bueno de cada situación. Chan habla de ti todo el tiempo, y eso es extraño. Mi hermano a duras penas balbuceaba palabras en frente de Nayeon, la mujer que fue mi médica y novia por años.
—¿Y es tan detestable ser positivo, creer que eres un buen hombre más allá de tus insultos y tu manera de cubrirte de los demás?
Seungcheol se quitó las vendas de las manos. Era tarde, y esa conversación se tornaba demasiado cariñosa para su gusto.
—¿Sabes cuál es el problema de los médicos deportivos? Siempre son espectadores. No entienden cómo funciona la cabeza de alguien que ejecuta.
—Eso es bastante errado. No siempre he sido un espectador sin sentimientos.
—¿No?
—Mi hermano jugaba al tenis. Era realmente bueno. Llegó a estar en el top diez de juveniles a nivel mundial.
—¿Y qué le pasó? Pensé que estabas acostumbrado a llevar a la gente a su mejor versión.
—Tuvo una lesión irreversible en la rodilla derecha.
Seungcheol observó cómo el rostro se endurecía.
—¿Y no pudo seguir?
—No.
—Es porque no quiso.
—Lo hizo. Después de todos los intentos y cirugías de por medio, continuó a un punto que ni siquiera podía caminar. Estuvo depresivo seis meses e intentó suicidarse dos veces. Nada funcionó. Al parecer, Dios no quería llevárselo.
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My Obsession "Jeongcheol"
FanfictionAdaptación +18 "El deseo amenaza con poseerlos y, una vez que lo haga nada volverá a ser igual"