Capítulo 4

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Max parpadea varias veces, intentando deshacerse de la neblina del sueño. Al abrir los ojos, ve a Checo sonriendo, una expresión de ternura que lo hace sentir aún más ligero.

—Vamos, Max. Estamos en casa —dice Checo con voz suave.

Max se estira, sintiendo el cansancio en su cuerpo, pero también una extraña emoción que lo envuelve. Baja del auto con un poco de torpeza, y Checo le ofrece su mano, ayudándolo a mantenerse equilibrado.

—¿Y Pato? —Pregunta Max porque no puede verlo en ninguna parte.

—Lo lleve a su habitación, se quedó dormido en cuanto se recostó—Dice Checo.

Entran a la casa, la mayoría de las luces están apagadas.

—¿Quieres algo de beber? ¿Agua? —pregunta Checo, dirigiéndose a la cocina.

—Un vaso de agua estaría bien —responde Max, todavía aturdido.

Checo llena un vaso y se lo pasa, sus dedos rozan los de Max en el intercambio, y Max siente un pequeño escalofrío que le recorre la espalda. Mientras beben en silencio, Max mira a Checo, quien parece perdido en sus pensamientos.

—¿Te divertiste? —pregunta Checo, rompiendo el silencio.

—Sí, fue genial.

Checo asiente, su expresión se suaviza. —Me alegra oír eso.

Checo lo observa por un momento, como si estuviera buscando algo en su mirada. Hay un momento de tensión en el aire, Checo lo mira con algo que Max no logra reconocer.

—¿Cómo te sientes? —Pregunta acercándose lentamente.

—Ya me siento mejor, no bebí tanto—Era verdad, solo habían sido algunas cervezas que lo marearon un poco, Lando se había llevado la peor parte.

—¿Estas seguro? —Pregunta Checo mirándolo fijamente.

—Si, seguro—Responde Max.

La mano de Checo se acerca a su nuca y acaricia el cabello de Max en esa zona generándole escalofríos, lentamente se mueve hacia su rostro, pasando sus dedos suavemente por su mejilla, Max se siente en el cielo y no puede evitar cerrar los ojos por la sensación.

Vuelve a abrirlos cuando Checo mueve su pulgar y lo pasa por encima de sus labios, con una suavidad que aun le sorprende a Max, no puede dejar de observar a Checo, Checo lo mira de una forma que nunca pensó que llegaría a ver; con hambre.

No aparta el contacto visual cuando reúne todo el valor que tiene y toma el pulgar de Checo en su boca, mordiendo suavemente y pasando la punta de su lengua juguetonamente por él, cree que eso es suficiente, porque Checo se inclina para darle un beso prolongado, que inicia suave pero se vuelve sin aliento cuando Max se levanta y presiona su cuerpo contra Checo, haciéndolos a ambos suspirar.

Checo no pierde el tiempo, lo toma de la mano y camina a paso rápido hacia su habitación (supone que cuando tienes hijos no puedes darte el gusto en cualquier lugar) cuando están dentro, Checo la cierra con seguro y se vuelve hacia él.

Lo siguiente que sabe es que hay una suave exhalación, y luego los labios de Checo están sobre los suyos, no puede pensar en nada mas que en lo agradable que se siente ser besado por Checo, está viviendo su mejor vida aquí.

Una de sus manos se dirige hacia la mejilla de Checo, acariciando la extensión de piel que encuentra, es un poco raposo por la presencia de su barba que está creciendo, pero a Max le gusta eso.

La mano de Checo esta sosteniendo a Max, le resulta hermosa la vista, está un poco agachado para poder besar bien a Checo, de pronto, de manera cautelosa, siente la mano de Checo dirigirse lentamente hacia su espalda baja, sujetándolo con fuerza.

Lo Que Nunca Tuve | Chestappen |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora