Camila, contra todo pronóstico, experimenta una inesperada mejoría. La enfermedad parece haberse estabilizado, permitiéndole recuperar parte de su vitalidad. Su cuerpo, antes debilitado, se vuelve fuerte y flexible. Su espíritu, antes apagado, se llena de luz y energía.
Una mañana, mientras escucha una canción que la llena de alegría, Camila siente una irresistible necesidad de moverse. Con una sonrisa brillante, se levanta de la cama.
—¡Mira esto, chicos! —exclama, girando sobre sí misma con una risa contagiosa. —Siento que puedo volar.
Adrián, que estaba sentado en la esquina, levanta la vista sorprendido.
—¿Vas a bailar? —pregunta, una mezcla de incredulidad y admiración en su voz.
—Sí, ¡déjame intentarlo! —responde Camila, mientras comienza a moverse. Sus movimientos son torpes al principio, pero poco a poco se van tornando fluidos y armoniosos. El baile se convierte en una expresión de su renacimiento, una celebración de la vida que ha vuelto a florecer.
Bruno, viendo a su amiga, no puede evitar sonreír.
—¡Eso es, Cami! ¡Baila! —la anima, aplaudiendo levemente. —Muestra al mundo tu luz.
Con cada paso, Camila descubre que tiene un talento natural para el baile. Su cuerpo se expresa con una gracia que cautiva a todos los que la ven. Su brillo interior se refleja en sus movimientos, irradiando una energía contagiosa que llena de luz el espacio que la rodea.
Adrián y Bruno, fascinados por la transformación de Camila, se convierten en sus más fervientes admiradores. No pueden resistirse a su belleza, a su vitalidad, a su pasión por la vida.
—¿Has visto cómo se mueve? —susurra Adrián a Bruno, mientras observan a Camila bailar. —Es como si todo su dolor se hubiera desvanecido.
—Es increíble —responde Bruno, con una mirada llena de asombro—. Nunca pensé que vería este lado de ella de nuevo. Es como si estuviera renaciendo.
Camila, sintiendo su energía a su alrededor, los mira con una sonrisa.
—¿Quieren unirse? —les pregunta, extendiendo una mano hacia ellos. —No tengo un coreografía perfecta, pero eso no importa.
Adrián se ríe, nervioso pero emocionado.
—¿Bailar? No sé si tengo el ritmo, pero... ¡vamos a intentarlo!
Bruno se une rápidamente, levantándose de su asiento.
—¡Sí! ¡Vamos a celebrar!
Los tres amigos se entrelazan en un baile improvisado, riendo y disfrutando del momento. La habitación se llena de alegría, y la música se convierte en el telón de fondo perfecto para su nueva realidad.
—¿Pueden creer que esto esté pasando? —pregunta Camila, mientras gira y se deja llevar por la melodía.
—No solo lo creo, lo siento —responde Adrián, sintiendo la energía vibrante en el aire—. Esto es mágico.
Bruno, al compás de la música, añade:
—Sí, y quiero que nunca se detenga. Este es el comienzo de algo nuevo para ti, Camila.
Mientras bailan, la risa y la luz llenan la habitación, y Camila se siente más viva que nunca. Cada movimiento la acerca a la persona que siempre ha sido, y el apoyo incondicional de sus amigos la hace brillar aún más.
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Camila, la eterna adolescente
Любовные романыCamila, la eterna adolescente" es una novela conmovedora que narra la vida de Camila Gatibastec, una joven artista cuya travesía personal se entrelaza con la amistad, el amor y el autodescubrimiento. Acompañada por sus dos amigos más cercanos, Adriá...