Una mañana soleada, mientras Camila y Adrián disfrutaban de un desayuno en la terraza, Toby, el perro de Camila, decide escapar. Impulsado por su espíritu travieso, se abre paso por la puerta entreabierta y corre hacia la calle, ladrando con alegría.
—¡Toby, no! —grita Camila, levantándose de la silla con preocupación—. ¡Vuelve aquí!
Adrián, sin pensarlo dos veces, toma su bicicleta y se lanza en una alocada persecución. La adrenalina corre por sus venas mientras pedalea con furia, esquivando obstáculos y sorteando el tráfico.
—¡Espera, Toby! —exclama Adrián, riendo y gritando al mismo tiempo—. ¡No te vayas tan lejos!
A lo lejos, puede ver la pequeña figura peluda de Toby corriendo a toda velocidad. Luego de 20 cuadras de persecución, Adrián, exhausto y sin aliento, se cae de la bicicleta.
—¡Ay! —murmura mientras se levanta, aturdido por la caída—. Esto no era parte del plan...¡La puta que te pario!- Grita en el suelo levantando su puño al cielo.
Aturdido por la caída, mira hacia arriba y ve a Toby regresar, moviendo la cola con una sonrisa burlona en su hocico. El travieso perro se había escapado solo para divertirse un poco.
—¿Vas a reírte de mí, verdad? —le dice Adrián a Toby, con una sonrisa a pesar de la frustración—. ¡Eres un pequeño rebelde!
Camila, que había presenciado la escena desde la terraza, no puede contener la risa. Se une a Adrián en el suelo, y juntos comparten una carcajada contagiosa.
—No puedo creer que hayas corrido tanto solo por un perro travieso —dice Camila, limpiándose las lágrimas de risa—. ¡Eso fue épico!
La frustración de la persecución se transforma en un momento de alegría compartida. Este pequeño incidente les recuerda que la vida está llena de sorpresas, tanto buenas como malas.
—A veces, las mejores aventuras son las más inesperadas —comenta Adrián, todavía riendo—. Y yo pensaba que iba a ser un día tranquilo.
Lo importante es disfrutar de cada momento, incluso de los más inesperados. Toby, con su travesura, les ha regalado un momento de alegría y complicidad que fortalecerá su relación.
—Vamos a hacerle una correa más larga la próxima vez —dice Camila, acariciando a Toby—. ¡Así no tendré que correr detrás de ti!
La enfermedad, que la había acompañado durante tanto tiempo, comienza a debilitarse. Los médicos, sorprendidos por este cambio inesperado, no encuentran una explicación científica.
—Nunca había visto algo así —dice el médico, ajustándose las gafas mientras revisa los informes—. Es como si la energía de su vida se hubiera renovado.
Lo que sí es evidente es que Camila está mejorando, su cuerpo se fortalece y su energía se renueva.
—¿Realmente puedo sentirme mejor? —pregunta Camila con esperanza, mirando a Adrián.
—Sí, lo puedes —responde él, tomando su mano—. Esto es solo el comienzo.
La esperanza, que se había convertido en una brasa a punto de apagarse, se reaviva en el corazón de Camila, Adrián y Bruno. La posibilidad de una vida normal se abre ante ellos como un nuevo amanecer.
—Estamos juntos en esto —afirma Adrián, mirándola con determinación—. Cada día será una nueva oportunidad.
FIN
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Camila, la eterna adolescente
RomanceCamila, la eterna adolescente" es una novela conmovedora que narra la vida de Camila Gatibastec, una joven artista cuya travesía personal se entrelaza con la amistad, el amor y el autodescubrimiento. Acompañada por sus dos amigos más cercanos, Adriá...