Jimin es un tierno omega que apesta, su hedor lo ha llevado a huir en incontables ocasiones porque nadie lo soporta. Pero cuando un grupo de alfas y omegas está a punto de asesinarlo aparecen sus nuevos alfas, quienes luchan para marcar su cuello.
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Todos estaban sentados en la enorme sala de la mansión de Kim Seokjin, rodeados de obras de arte y lujo, mientras esperaban a Jimin que se estaba duchando en la planta alta del lugar. La tensión era palpable, y el silencio era incómodo, como si todos estuvieran esperando a que algo explotara.
Hoseok se limpiaba los nudillos con un pañuelo, porque los tenía manchados de sangre. Había decidido tomar venganza en nombre del omega por sus propias manos minutos atrás, y aún podía sentir la adrenalina corriendo por sus venas. Su mirada se cruzó con la de Jungkook, y por un momento, pareció que iban a decir algo, pero se contuvieron.
Kim Taehyung y Jeon Jungkook tenían frente a sus narices al estafador Min y al mafioso Jung, dos hombres que sabían que estaban en la feria para estafar a Namjoon con la compraventa de unos de sus cuadros y estatuas. La ira y la frustración se reflejaban en sus rostros.
—Y... ¿Ustedes dos son amigos? —preguntó Jungkook, señalando a Seokjin y Namjoon, intentando romper el silencio incómodo.
—Namjoon es mi... —comenzó a decir Seokjin, pero Namjoon lo interrumpió.
—Shh... —Namjoon puso el dedo encima de los labios de Seokjin—. No los conoces, no digas nada.
Jungkook frunció el ceño, molesto.
—Soy oficial de policía —dijo, como si eso fuera suficiente para justificar su curiosidad.
—Sí, pero esos dos. —Seokjin señaló a Hoseok y Yoongi—. Parecen criminales.
—Lo son —dijo Taehyung con una sonrisa.
—Lo somos —dijo Yoongi sonriendo con descaro, sin ningún remordimiento.
Los seis alfas en la sala se pusieron de pie al sentir el exquisito aroma a cereza de Jimin. Él iba bajando las escaleras, su cabello húmedo y sus pies descalzos pues olvidaron darle un par de sandalias.
—Ho... Hola. Muchas gracias por la hospitalidad...
—No agradezcas bonito —dijo Jungkook relamiéndose los labios al ver los de Jimin.
Sin darse cuenta, los seis alfas estaban arrojando feromonas de apareamiento junto con fermononas territoriales, todos querían a Jimin para ellos mismos.
—Cálmense —Namjoon se puso de pie—. Voy a vomitar con tanto alfa alborotado.
—A mi me gusta mucho la mezcla de sus aromas —susurró Jimin y a los seis se les dibujo una sonrisa en los labios,
—Dijeron que eres el apestoso Park. ¿Es cierto? —preguntó Min Yoongi.
—Ah... —Jimin se ruborizó bajando la mirada—. Sí, soy ese.
—¿Apestoso Park? —cuestionó Seokjin mirando de arriba a abajo a Jimin.
—¿No sabes acerca de eso? —preguntó Hoseok—. Este chico es famoso entre los alfas por su apestosidad.
