🍁Capítulo siete🍁

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Los rayos de sol despertaron a Jimin de su sueño profundo, con ojos adormilados trató de enfocar para ver donde se encontraba y se sorprendió al ver que del otro lado de la ventana se veían las olas del mar

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Los rayos de sol despertaron a Jimin de su sueño profundo, con ojos adormilados trató de enfocar para ver donde se encontraba y se sorprendió al ver que del otro lado de la ventana se veían las olas del mar. Se puso de pie corriendo para ver más cerca, su corazón latía confundido. ¿Estaba en un hotel frente a la playa? ¿En qué momento? No recordaba nada.

—Buenos días, dormilón —dijo Seokjin desde la puerta, su voz era bastante seductora, pero también cálida.

Estaba vestido con una pijama de seda color rojo vino, pantalones largos, camisones largo, en su mano traía un vaso de leche. Estaba bastante contento porque Jimin había despertado finalmente. Su sonrisa era contagiosa y Jimin no pudo evitar sonreír también.

—¿Do-Dónde estamos? —preguntó Jimin, aún confundido.

—En la playa —respondió Seokjin, acercándose a él—. ¿No te gusta la habitación?

—Ah... Sí, pero recuerdo haberme dormido en... —comenzó a decir Jimin, intentando recordar.

—Te traje anoche —dijo Seokjin interrumpiéndolo—. Los alfas se peleaban por tu pellejo, yo no estaba dispuesto a pelear así que te traje aquí sin preguntar.

Jimin se sorprendió al escuchar eso. No recordaba nada de la noche anterior, bueno, lo único que recordaba era haber terminado en la habitación de Jungkook, pero del resto no recordaba nada. ¿Qué había pasado?

—¿Y por qué me trajiste..? —preguntó Jimin, mirando a Seokjin con curiosidad.

—Sigues en celo —dijo Seokjin—. Hasta acá huelo tus feromonas. Expulsas bastantes mientras duermes. ¿Quieres que te haga ver el cielo o vas a poner resistencia?

Jimin se ruborizó, sintiendo vergüenza y excitación. No había esperado que Seokjin fuera tan directo. Luego caminó hacia Seokjin para quitarle el vaso de leche y beber lo que quedaba. La leche estaba fría y refrescante, con eso se sintió un poco más despierto.

—¿Quién podría poner resistencia ante ti, Jin? —preguntó al limpiarse el rastro de leche en sus labios, mirando a Seokjin con una sonrisa.

Seokjin sonrió también y se acercó a Jimin, su rostro muy cerca del suyo.

—Nadie, nadie puede resistirse a mí cuando quiero algo.

Jimin sintió un escalofrío recorrer su espalda al escuchar esas palabras. Seokjin era un alfa poderoso, guapo y millonario, no podía negar que se sentía atraído por él. Pero también estaba asustado. Ya había tenido relaciones con Taehyung y Jungkook el día anterior. ¿Su cuerpo resistiría?

—Hagámoslo en la piscina —dijo Seokjin—. Pero primero vamos a almorzar.

—¿En la piscina? Van a vernos los huéspedes... —Seokjin sonrió al mismo tiempo que hacía la cabeza para atrás con diversión.

𝑀𝓎 𝒫𝓇𝑒𝓉𝓉𝓎 𝒪𝓂𝑒𝑔𝒶 || En emisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora