𝐈.𝐈𝐕

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chapter four. જ ❝cobarde y traidor

 જ ❝cobarde y traidor❞

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Aethelwynn esperó el regreso de Uhtred mientras acampaba con Hild, al parecer Guhtred propuso no atacar a los hermanos Sigefrid y Erik mientras que el líder de su ejército le decía lo contrario.

Vieron al rey tomar asiento en la silla del medio en aquella reunión y dialogar respecto a las opciones que debía considerar, al volverse una fiel compañera de lady Gisela, la princesa de Wessex estaba a su lado y no detrás de Uhtred como acostumbraba.

—Estos son los hechos: Sigefrid y su ejército no están más allá de Tuede. Están entre nosotros y Eoferwic.

—Pero no son un ejército — dijo Uhtred—. Tenemos tres veces más hombres.

Lord Ulf estaba de acuerdo con el plan de Uhtred, así que habló: —Hay que matarlos.

—No. No los mataremos — aclaró su rey, uniendo sus manos sobre el regazo—. Debemos considerar las batallas que habrá en el futuro. Después de Sigefrid está Kjartan, después de Kjartan, Aelfric.

—Y lo que debes hacer, lord, es ganar la primera. Podemos hacerlo esta misma noche.

Ignorando la opinión del hombre criado por los daneses, Guhtred continuó hablando con lo que decía al inicio, dejando en claro su decisión. La segunda hija de Alfred intercambiaba miradas entre los hombres que hablaban y los que se mantenían callados, como el Abad Eadred, notando cada comportamiento que hacían en el avance de la conversación.

—He decidido que deberíamos negociar.

—¿Un trato? ¿Con un ejército tan pequeño?

—Los hermanos y sus hombres serían muy útiles para nuestras filas — Hild y Halig intercambiaron una mirada.

Uhtred interrogó.

—¿Por qué insistes en invitar extraños a la guardia real?

—¿Y qué hay de la plata?

—Ya tomé una decisión. Un mensaje ha sido enviado.

—Significará menos plata.

—Ulf, significará más plata — En esta ocasión, tomó la palabra el Abad—. De Eoferwic, Kjartan y Bebbanburg.

—Bebbanburg y lo que hay dentro no pertenece a otro hombre más que a mí.

—Al parecer sólo velas por tus intereses.

—Bebbanburg le corresponde a Uhtred por derecho. Incluso mi padre lo reconoce — Soltó a decir la princesa, ganándose una mirada de reprimenda por el Abad.

Aunque se encontrara al lado de la hermana del rey que tanto soñó el anciano, Uhtred le ordenó a Sihtric no dejar sola a la pelirroja por ninguna circunstancia, por lo que el danés fue el única en darse cuenta del juego lastimero que tenía Aethelwynn con sus dedos detrás de su espalda.

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⏰ Última actualización: Oct 24 ⏰

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𝐒𝐈𝐍𝐍𝐄𝐑 | Sihtric KjartanssonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora