-Capítulo 4- El juguete nuevo.

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Otro largo día de instituto. Hoy el profesor nos había hecho saber que vendría un alumno nuevo a nuestra aula. Aun no sabíamos si era chica o chico, aun que yo no le dí importancia.
Al acabar la clase, Anna me esperaba en la puerta.
- ¿Qué tal, tia?
- Pf, aquí, que cada día las clases se hacen mas largas.
- Ya ves! Te has enterado de lo del chico nuevo?
- si, bueno, ¿viene mañana no?
- Puede que venga esta tarde, dicen que sus padres lo han obligado.
- Ah, bueno, está bien, oye tengo hambre, vamos?
- Claro!

Entramos las dos a la vez en el comedor, y ya estaban ellas ahí, mirándonos de arriba a abajo con esos ojos perfectamente perfilados. No entendía esa cara de asco, pero a decir verdad, no me importaba en absoluto.
Anna y yo empezamos a comer como si no hubiera mañana, estábamos hambrientas y queríamos prepararnos para la siguiente clase, la larga y pesada clase de física.
Acabó la hora del almuerzo y la verdad es que se me hizo bastante corta, pero me dio tiempo a comérmelo todo.
En clase sólo chismorreaban sobre cómo sería el chico nuevo, todas apostaban por un rubio de ojos verdes, al cuál le gustase el fútbol i estuviera bueno, pero yo sinceramente no le dí mas vueltas.
Andrea se acababa de sentar a mi lado, cómo el primer día, hoy la veía un poco mas contenta, sacó los libros y me sonrió, en esto empezó la clase.
Sin darme cuenta aparecí dormida encima del pupitre con la baba colgando de la boca y el profesor mirándome como si hubiera cometido el mayor asesinato de la historia.
Me echó de clase y tuve que ir a la sala de estudios, junto con la directora. Esperé y esperé, pero el despacho estaba ocupado y no pude hacer nada mas que seguir esperando.
Me armé de valor y decidí tocar a la puerta. Yo llevaba una relación cordial con la directora, por tanto me decidí a pasar.
De espaldas había un chico de amplías espaldas, pelo castaño y buena vestimenta, y a su lado una mujer en toda regla, parecía tener dinero.
- Perdón por molestar- Me limité a decir.
- Tranquila Carme, adelante.
6 ojos me miraron como si yo fuera el único objeto presente.
- Puedo esperar fuera si lo desea- Añadí.
- Oh, no! Hoy me servirás de ayuda, pasa!
- Está bien, digáme.
- Te presento a Gus, serás su guía estos días, yo no estaré por unos asuntos así que te doy el mando.
- Encantada..-
- Hola, soy Gus!- Dijo contento y con una sonrisa, era realmente guapo.
- Hola, soy Carme-. Y me limité a devolverle la sonrisa.
- Está bien Carme, creo que ya te lo puedes llevar a enseñarle el colegio, cuando acabes de hacer esta tarea me cuentas para que venías.
- Tranquila, ya no importa- Sonreí y me fui, indicándole al chico por donde tenia que ir, aun que se me olvidó su nombre supe arreglármelas bien.


Atada de pies y manos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora