-Capítulo 1- El gran día.

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Hoy es mi primer día en el insituto de las afueras del pueblo. Me siento nerviosa y a la vez ansiosa por entrar, aun que no tenga muchas ganas de hacer amigos...

- Carme, ¡corre! Llegarás tarde tu primer día!

- Voy mamá.

La niña se despidio dandole un beso a su madre, y dando un pequeño portazo al salir.

Llego en apenas 15 minutos. Parecia que todos se conocían ahí, y me sentí un poco apartada del grupo.

Como en todo instituto hay los tipicos grupitos:

Las pijas, los matones, Los listos... Y bueno, gente como yo. Sencilla de ropa, que no suele ir a la moda, que no aprueba con sobresalientes, pero aprueba.

Se puede hacer llevadero esto de venir a este instituto.- Pensó-

Hola!

- Hum...Hola...

- Soy Anna, encantada. - Dijo entusiasmada-.

- Carme, encantada.

( Nos miramos y reimos a la vez)

- He repetido, te puedo enseñar este instituto, veo que vas un poco desorientada.

- Si, porfavor.

Sentí un pequeño alivio en mi estómago. Ahora para empezar no me perderé en mi primer día.

Anna me enseño el instituto de arriba a abajo, que agradable me parece esta chica, jo.

-¿Qué clase te toca ahora Carme?

- Haber... (Mira el horario) Creo que literatura, ¿A ti?

- Que casualidad, ami tambien, te acompaño.

- Claro.

No lo pensé dos veces, y le esbocé una amplia sonrisa.

No pensé que fuera a hacer amigas tan rápido, bueno, la conozco desde hace 20 minutos, tampoco puedo llamarla amiga del todo.

Faltaban 5 minutos para que empezara la clase. Algunos me miraban raro, otros estaban haciendo de las suyas, y como no, los gamberros preparandole alguna broma estúpida al profesor el primer día.

Me puse los auriculares y empezé a escuchar mi canción favorita 'Skinny love -Birdy-' y esperé a que llegase el profesor, que por cierto se retraso.

Se me acercó un grupito de niñas, delgaditas, muy bien vestidas, todo ropa de marca, vamos, aquí tenemos el grupo de pijas.

-Buenas, me llamo Ariadna, yo también he repetido, soy la cabecilla de este grupo de amigas, te vemos un poco sola, y bueno, veniamos a ver como te sentias en tu primer día, no es fácil ser el juguete nuevo, no?

- Encandada, soy Carme, pues no, para nada es fácil.

- Bueno, si necesitas algo, estamos allí.

Y se fueron riendo y mirandome con caras raras, escepto una, que a pesar de que tenia una cara no muy agradable, no me miro mal.

Está claro que de estas no se puede fiar uno al 100%

Llego la hora del recreo, que bien! empezaba a tener un poco de hambre.

Busqué a Anna, pero no la encontré por ningun rincón.

Otra vez vinó el grupito de las pijas, lo parezca o no, odio la gente asi, que algunas hablan como si se les quedase la lengua enganchada al paladar, puf!

-¿Qué tal Carme, todo bien?

- Si, si, todo bien, grácias.

- Dios, ¿te vas a comer todo eso?

- Supongo, ¿Por?

- Ah, por nada, sólo que nos parece un poco grande, Demasiado.

- Ah bueno, pues nada, me comeré la mitad.

- ¡No! La mitad no! Debes comerte la mitad de la mitad, un poco menos mejor, si deseas estar igual que nosotras.

-Pero, yo me siento bien con mi cuerpo.

- Como quieras, adiós.

Me quedé mirando el bocadillo, al que le di tres mordiscos y guardé en un envoltorio de plata.

Por fín se acabó el recreo, ¿Dónde estará Anna?

- Oh, genial Carme, estás aqui, te buscaba hace rato, por cierto, ¿que llevas en la mano?

- Nada, un trozo de bocadillo, Ariadna me dijo que no podía comerme todo esto, asi que dí unos bocados y lo guardé.

- No, porfavor, otra vez no... -Dijo Anna preocupada-

-¿Qué ocurre?

- ¿Ves aquella niña tan delgada? Era modelo, tenía un cuerpo similar al tuyo, es más, era parecida a tí.

- ¿Cómo va a ser parecida a mi? Es todo un saco de huesos.

- Exacto. También repite, el año pasado no le fueron muy bien las cosas.

- Pobrecilla.

- Nadie la quiere, yo no tengo relación con ella, pero se que todos la insultan, y lo pasa mal.

(Suena el timbre para empezar las clases)

-Está bien, Carme, vayamos a clase.

Por casualidad nos tocó otra vez la misma clase, asi que andamos hacía ella juntas.

Clase de matemáticas, dios, las odio!

...

Se hizó más rápida de lo que esperaba.

Ya empezaba a tener hambre otra vez, recuerdo que metí el bocadillo en la cartera, al cojerlo, vi a Ariadna que me hacia un gesto con la cara como para que no lo cojiese, le hicé caso, yo queria un cuerpo bonito como el de ellas, con esas curvas...

-Señorita Carme! Este atenta por favor!

-Si, señor, lo siento.

Escuché a Ariadna reirse por lo bajo.

Por fín se acabarón las clases, decidí irme cuanto antes hacia casa, tenia ganas de contarle a mamá como me habia ido el primer día.

Me despedí de Anna, que iba en dirección hacía mi casa, y parecía que me acompañaba un trozo, le dí dos besos, y de inmediato ví a mi madre en la puerta de casa, supongo que esperándome.

Atada de pies y manos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora