One Shots || Fairy Tail ✓

Zeref Dragneel.

En medio del inmenso mar se encontraba un barco el cuál contenía a unos pasajeros demasiado extraños, mientras unos tomaban el sol otros simplemente se encontraban tirados en la cubierta intentando no vomitar gracias al movimiento del barco, aquello ya era algo normal para los integrantes del gremio, pero si otras personas les vieran solo podrían pensar en lo extraño que era el gremio de Fairy Tail.

—¿Recuerdas lo que tienes que hacer tras llegar a la isla? —Makarov miraba a los integrantes de lo que era su familia aun así dirigiéndose a la peliazul a su lado, ____ también miraba a sus compañeros con una sonrisa.

—Si, tengo que buscar un buen lugar para el campamento mientras usted habla con los demás, me lo ha repetido diez veces —la chica ya estaba algo fastidiada por lo repetitivo que era el viejo, pero no era por molestarla, sino que la chica era demasiado olvidadiza y distraída.

—Cuento contigo —sonrió ampliamente antes de ir a asegurarse que todo se encontraba en perfecto estado.

—Demonios —la chica suspiró algo triste mientras recargaba su brazo en la baranda en la que estaba, miraba el mar sin notar a la rubia que acababa de colocarse a su lado.

—¿Qué ocurre ____-chan?

—Quería participar en el examen, estuve esperando mucho por esto y al final no fui seleccionada —soltó otro suspiro, estaba agradecida de poder acompañar a sus compañeros, más le hubiera encantado participar.

—No te pongas triste ____-chan, estoy segura que el siguiente año podrás participar, tu magia de cuatro elementos es excepcional serás seleccionada —las palabras de Lucy hicieron que ____ se animara y pensará positivamente quizá ella tenía razón y por ello debería trabajar hasta ser seleccionada para presentar el examen.

—Gracias Lucy-chan, me esforzaré para poder realizarlo el siguiente año —separó su cuerpo del barandal respirando hondo y abrió los ojos emocionada al sentir tierra demasiado cerca—. Hemos llegado.

. . .

Por fin habían llegado a la isla Tenrou, era demasiado grande y hermosa ante los ojos de la peliazul, la cual como le había dicho el maestro del gremio comenzó a buscar un buen lugar para el campamento, pero no salió de acuerdo al plan siendo que al distraerse se había perdido.

—Soy una estúpida, ¿Por qué me entretuve con esa mariposa? —caminó de un lado a otro intentando reconocer algún camino o ver algún indicio de sus amigos, pero no encontraba nada—. Ahora entiendo el por qué mi madre me ataba con una cuerda para no perderme —se reprendió y siguió su instinto yendo por uno de los caminos, intentó seguir la vibración de la tierra, pero había demasiado movimiento en la isla por lo que era un esfuerzo inútil.

Tras varios minutos se recostó bajo la sombra de un árbol intentando recuperarse de su caminata bajo los fuertes rayos del sol, cerró sus ojos disfrutando de la sombra que le brindaba el árbol y la briza que acariciaba ligeramente su rostro, sintió el peso de una mirada por lo que abrió los ojos encontrándose con un par de ojos demasiado cerca, quiso levantarse, pero chocó su frente con la de aquella persona mandándolos a ambos al suelo con un fuerte dolor en la zona afectada.

—Eso dolió —se quejó la peliazul sobando su frente con una mueca, miró a la persona que estaba igual que ella sin lograr reconocerla—. ¿Quién eres?

—¿Por qué me golpeaste? —este por fin la miró con sus oscuros ojos, la chica no pudo evitar pensar en la manera tan extraña en la que él estaba vestido.