☕︎︎ - ꙳ ¿թօɾ զմҽ́ ղօ cօղ αოճօs? ︴- ✰

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  - 𝙲𝙰𝙿𝙸́𝚃𝚄𝙻𝙾 𝟸 -

  Narrador 3ra persona

  Fiddleford se encontraba estudiando bajo un árbol de los grandes jardines de la universidad, era de tarde y la oscuridad estaba llegando. Tenía su propia luz para poder leer sin problema. Aunque su atención se desvió hacia un tipo corpulento que se acercaba a él.

  - Ey, Fidds! — Se sentó junto a él, sosteniendo un par de botellas de gaseosa. — ¿Qué haces?

  - Estudiando un poco, nada del otro mundo. — Se lo quedó viendo con una sonrisa. — ¿Tú que hacías? — Cerró el libro y lo dejó a un lado para quedarse viendo al castaño, sentado con las piernas arrodilladas y un brazo de soporte.

  - Quería buscarte, Stanley esta esperando en la habitación para celebrar que aprobó una materia sin copiarse. — Rió un poco y acomodó sus anteojos. — ¿Quieres? — Le alcanzó una de las gaseosas que traía en la mano.

  - Bien por él, es un gran logro sabiendo como puede llegar a ser tu hermano. — Sonrió y tomó la botella. — Vamos, está atardeciendo y creo que deberíamos aprovechar que es viernes. — Le dió un leve codazo a su amigo y se levantó, sosteniendo el libro en su mano libre.

  El de seis dedos se carcajeó levemente y se levantó tras el rubio cenizo, abrió su botella y comenzó a beber.

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  Pasaron unos minutos hasta que ambos amigos llegaron a la habitación que comparten. Al llegar, los dos ingresaron, primero el castaño y luego el rubio cenizo.

  Al cerrar la puerta, vieron al otro castaño sentado en una de las sillas del único escritorio de la habitación.

  - ¡Hey, nerds! ¿Gustan una? — Señaló una caja de latas de cerveza sobre la cama de Fiddleford. — ¡Hay que aprovechar el fin de semana! — Sonrió ampliamente.

  - Stan, no creo que sea buena idea... — Se rascó la nuca el castaño más alto.

  - Vamos Ford, te pasas el día estudiando y trabajando en tus proyectos, ¡diviértete un poco! — El rubio cenizo lo tomó de la muñeca y lo adentro más en la habitación.

  - Supongo que podría hacer una excepción. — Se cruzó de brazos con una sonrisa, parado detrás del delgado hombre.

  Los tres comenzaron a beber. Pasaron unas 2 horas y de alguna forma, la bebida nunca se terminaba.

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  En un momento, alguien golpeó la puerta de la habitación. Ford se acercó para ver quién era, al abrir...

  - Ey, Fordsy. Parece que están de fiesta! — El rubio sonreía mientras levantaba la cabeza para ver al castaño.

  - ¿Quieres unirte? ¡Aprovecha el viernes! — Su tono de voz delataba su estado de ebriedad.

  - Como gustes, cerebrito. — El más alto se movió de la puerta y dejó pasar al más bajo.

  La fiesta silenciosa continuó, reían y tomaban a más no poder. Fiddleford sentía sus emociones explotar, veía a los gemelos y sentía el como su corazón latía con fuerza.

  El rubio cenizo no se dió cuenta que el más bajo de todos se había sentado junto a él en el borde del escritorio.

  - ¿Te gusta alguno? — Sonaba realmente pasado de alcohol. Aunque su sonrisa pícara no abandonó su rostro.

  - ¿Eh? N-No! — Dijo en voz baja. — Es decir... Si? No lo sé. — Aún mantenía su sonrisa mientras veía a los gemelos salir de la habitación.